-¿Puedes relajarte?- le pidió Rebeca, muy exasperada, a Eleonor.
-Estoy relajada.- sonrió la chica, pero Maya vio el temblor en sus labios.
-Eleonor.- la llamó, posando una mano en su brazo.-Lo harás genial, practicaste con nosotras y respondiste cada una de nuestras preguntas, tienes una memoria excelente.- le dijo mirándola a los ojos con suavidad, esperando que el discurso funcionara.-Respira hondo, piensa en que somos tus porristas personales, piensa en que eres la reina de este salón.-
-Eso.- asintió Rebeca.
-Voy a vomitar.-
-Oh Dios.- rodó los ojos la chica.
-Ahora la última presentación... Eleonor, ¿estás lista?- la llamó el profesor de Microeconomía.
-¡Suerte!- exclamó Maya dándole un empujoncito.
Ella y Rebeca vieron a Eleonor ir hacia el frente de la clase, la vieron preparar su presentación en la computadora y finalmente le hicieron gestos de aprobación desde sus asientos. Ambas habían estado tratando de mantener a su amiga en una pieza desde el día anterior, pues en realidad ninguna de las dos se había tomado muy en serio su miedo al escudriño público; creyeron que eran los típicos nervios pre-exposición, o así fue hasta que las llamó la noche anterior a las una de la mañana con algo que parecía ser un episodio ansioso horrible. No había mucho que pudieran hacer, sólo decirle cosas lindas, darle consejos y esperar que lo hiciera bien.
-No puedo mirar.- dijo Maya cuando Eleonor comenzó a presentar y se le enredó la lengua en el título de su exposición.
-Deberíamos grabarla.- sonrió Rebeca.
-Eres lo peor.- susurró.
-Para la posteridad, cuando se convierta en una oradora pública podremos sacar el video y reírnos un rato.- dijo despreocupada.
-Sólo... sonríe y asiente como si lo estuviera haciendo perfecto.- dijo Maya mientras hacía exactamente eso.
La presentación no era larga, de unos diez minutos, pero Maya sintió que se extendió por horas mientras Eleonor trataba de ordenar las ideas dentro de su cabeza. Verla fue doloroso, tanto que llegó un momento en el que Rebeca dejó de lanzar comentarios sarcásticos y simplemente repetía "Oh no". Para cuando la presentación terminó ambas estaban temblando y se sentían tan aliviadas que soltaron un jadeo al unísono.
-Eso fue malo.- dijo Rebeca, sin quitar sus ojos de la figura de Eleonor charlando con el profesor.
Maya recogió sus pertenencias y esperó en silencio que Eleonor se acercara a ellas, la chica recorrió el espacio que las separaba con la mirada gacha y dando cortos pero apresurados pasitos. Cuando las alcanzó alzó los ojos del piso mordiéndose los labios, viéndose como si quisiera morirse ahí mismo. Maya ni siquiera lo pensó, la envolvió en sus brazos y esperó que eso la ayudara a sosegarse.
-No estuvo tan mal.- dijo Rebeca.
-Ok, quizás deberíamos hacer algo divertido.- sugirió Maya cuando se dio cuenta de que Eleonor no estaba respondiendo.-¿Quieres hacer algo divertido?- le preguntó.
-No lo sé.- contestó, su voz quejumbrosa.
-Deberíamos conseguir unos gatitos y sushi.- dijo Rebeca.-Eso suena genial ¿o no?-
-Me gustan los gatitos.- asintió Eleonor.
-¡Excelente!- exclamó Maya, sujetándola de los hombros para que salieran del salón.
Rebeca la miró sin que Eleonor se diera cuenta y movió sus labios en algo que Maya descifró como la siguiente pregunta "¿De dónde mierda vamos a sacar gatitos?" La verdad, no tenía idea, pero no significaba que fuera a descartar la posibilidad al cien por ciento, de hecho, ya estaba pensando dónde podría encontrar gatitos o al menos un conejo o hámster, algo que fuera suave y...
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Entre Tiempos
General FictionLos ciclos se cierran y la vida sigue, aunque en realidad incluso cuando los ciclos se mantienen abiertos la vida sigue. Bien lo saben Derek y Maya, dos hermanos que están muy familiarizados con los ciclos y su naturaleza caótica. Derek vuelve a la...