-¡Hola!- saludó Maya abriendo la puerta, con una sonrisa kilométrica.
Rebeca y Eleonor también sonrieron y la saludaron casi con su mismo nivel de entusiasmo mientras ella las hacía pasar a la casa. Ambas chicas la siguieron por la entrada hasta la sala, donde dejaron sus morrales y se sentaron en los sillones. Maya estaba muy emocionada, principalmente porque esa sería literalmente la primera vez que tendría una pijamada con amigas, y, quizás conocía a las chicas desde hacía unas tres semanas, pero ya las había adoptado como amigas oficiales.
-¿No les costó llegar?- les preguntó.
-Oh, no.- le dijo Rebecca.-Esta es como un GPS viviente, tiene un sentido de la orientación sobrenatural.- dijo dándole una palmadita a la otra chica en el hombro.
-Fui Scout.- explicó Eleonor.
-Aww, eres una nerd y me encanta.- le dijo Rebecca.
-¿Debería mostrarles la casa o algo?- se preguntó Maya.
La verdad era que siempre había sido muy amistosa, era parte de su arsenal de habilidades o características; pero ahora estaba ligeramente nerviosa, porque nunca había sido buena manteniendo amistades femeninas. No tenía idea de por qué, pero los chicos siempre habían sido más simples y en general se veían más dispuestos a hablarle. En la academia tenía a Alan y Henry, y definitivamente habían sido un trío algo cerrado; también había tenido a Val, pero él nunca quiso ser parte del grupo, así que... Sí, los chicos eran simples.
-Me encantan los tours, además, este lugar se ve mil veces mejor que mi pocilga.- rió Rebeca.
-No puede estar tan mal.- comentó Eleonor mientras todas se levantaban.
-Ok, la próxima vez nos reuniremos en mi cuarto y pueden juzgar por sí mismas.- resolvió.
-¿Dónde te estabas quedando?- preguntó Maya, no recordándolo.
-En los dormitorios de chicas, la versión barata. Porque hay otro cerca de la Facultad de Ingeniería que era hermoso, pero muy caro.- dijo.-Pero es lo que hay, esta universidad hará que termine vendiendo mis órganos en el mercado negro.- bufó.
-No puede ser tan malo...- pensó.
Maya se encaminó por la sala y las llevó hasta la cocina, pensando en lo que Rebeca decía. Una de las razones por las que estaba teniendo una pijamada era que Derek la había abandonado por cuatro días y ella sabía perfectamente que era porque la chispa con Marco se había encendido, probablemente estaban haciendo muchas cosas divertidas en las noches.
-Tenemos duchas compartidas, ¿por qué?- se quejó la chica.-Tengo que llevar todas mis cosas de aseo en un estúpido estuche, lo odio.-
-Esta es una linda cocina...- dijo Eleonor.
Tanto Maya como Rebeca se quedaron mirándola mientras la muchacha se adentraba en la cocina, explorando sus alrededor como si estuviera en el cielo y apuntando con una extraña emoción hacia la maquina de café y el lavavajillas que Maya apenas sabía usar. Tendría que aprender a hacer algunas cosas, por suerte Derek tenía experiencia viviendo solo y se había encargado de mantenerlos vivos y con la casa en orden el último tiempo.
-¿Te gusta cocinar?- le preguntó Maya.
-Me encanta.- y lo dijo muy seria.-En especial repostería, y este horno...- dijo con un suspiro soñador.
-Wow.- rió Maya.-No sabía que era una cocina tan impresionante.- bromeó.
-Eres una niña rica.- apuntó Rebeca, dándole un suave codazo en el brazo.
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Entre Tiempos
General FictionLos ciclos se cierran y la vida sigue, aunque en realidad incluso cuando los ciclos se mantienen abiertos la vida sigue. Bien lo saben Derek y Maya, dos hermanos que están muy familiarizados con los ciclos y su naturaleza caótica. Derek vuelve a la...