Treinta y uno

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Cuando Derek bajó de la camioneta y vio la cabaña que Carter había alquilado tuvo que darle unas palmaditas en la espalda y felicitarlo. La ubicación era perfecta, justo a orillas de la playa, sólo había que atravesar la calle; además la cabaña en sí era preciosa y sus espacios estaban perfectamente distribuidos a pesar de ser pequeña. No era que Derek no hubiera confiado en las habilidades de planificación de Carter, no lo conocía demasiado, pero por lo que había visto hasta el momento el chico le parecía algo caótico, así que había sido un poco escéptico cuando les dijo que lo tenía todo bajo control.

-Alguien tiene que encender la calefacción ahora ya.- exigió Dana apenas puso un pie en el interior.-Por la mierda, me estoy congelando.-

-¿Por qué no trotas alrededor de la cabaña para entrar en calor?- le preguntó Carter con una sonrisa burlesca.

-Sólo busca la calefacción.- repitió ella.

Derek soltó una suave risa y empujó suavemente a Dana, quien le lanzó una mirada alzando una ceja. Recordaba perfectamente que la primera vez que se conocieron, los dos amigos de Marco se habían interesado especialmente en ella, en esa ocasión su amiga se había pasado la noche bailando con Alex, pero en las tres horas que les llevó llegar a destino Dana había hecho clic con Carter de una forma muy peculiar, algo combativa y desafiante.

-¿No deberías estar eligiendo habitación?- le preguntó.

-¡Tienes razón!- exclamó la chica antes de desaparecer.

-Esto va a ser interesante...- comentó Ben deteniéndose junto a él.-Supongo que su habitación también será la mía, veré que elija bien.-

-Iré por los bolsos.- anunció Derek.

Salió al pequeño patio delantero, a la izquierda se hallaba estacionada la van que Alex había ofrecido para el viaje y en la parte trasera él y Marco bajaban las maletas.

Derek se había sentido muy satisfecho consigo mismo cuando logró convencer a Marco de venir, le llevó exactamente una semana y media sonsacarle el "Sí" definitivo, y cuando lo hizo lo obligó a cerrar el trato con un estrechón de manos. Había sido insistente porque en verdad creía que para Marco sería bueno alejarse de todas sus responsabilidades y concentrarse en cualquier otra cosa, incluso si esa cosa era pasear por la playa envuelto en capas y capas de ropa. También ayudaba el hecho de que a Derek le entusiasmaba la idea, pues hacía tiempo que no tenía unas pequeñas vacaciones con sus amigos.

Se acercó a ambos chicos y se echó al hombro una mochila y un bolso, luego se agachó para tomar una maleta y llevar todo lo humanamente posible al interior.

-Dame eso.- le dijo Alex al ver que se estaba sobrecargando.-Se te van a caer los brazos.-

-No te preocupes.- le aseguró.-Mis brazos están de maravilla.-

-Cómo pasa el tiempo, cuando te conocí tenías una brazo roto.- comentó Marco cerrando la puerta del vehículo.-¡Oh!- exclamó de pronto.-¿Te conté cómo se lo rompió?- preguntó mirando a Alex con una chispa en los ojos.

Derek sonrió mientras rodaba los ojos, se dio media vuelta y entró con las maletas. Tuvo que hacer dos viajes para entrar todo lo que habían llevado, más que nada porque Marco se dedicó a contarle a Alex cada pequeño detalle acerca de cómo se había roto el brazo, agregando comentario propio y riendo de vez en cuando. Para cuando terminaron los tres estaban sentados en la sala, Marco y Alex riendo a sus expensas mientras Derek se frotaba la barbilla ligeramente mortificado, tenía que admitirlo, la historia era un poco graciosa.

-Ok, todo se ve bien.- anunció Carter observando la sala.-¿Dónde está el resto?- les preguntó.

-Estaba viendo los baños.- comentó Ben saliendo del pasillos.

Entre TiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora