Siete

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Marco escuchaba distraído la conversación que se estaba desarrollando a su alrededor, sus ojos se hallaban prendados de la anticuada y decorativa bola disco que colgaba sobre la pista de baile. Las luces neón chocaban contra los pequeños espejos y se reflejaban en los rostros y cuerpos de los comensales. Había comenzado muy interesado en cada una de las palabras que emitían sus amigos, más que nada para asegurarse de que no estaban diciendo nada estúpido; pero en el camino se había perdido al recordar que estaba gastando dinero innecesario en alcohol y en la entrada al local.

Había sido su idea ir a un club para que Alex y Carter conocieran a Derek, él había llevado consigo a Ben y a Dana y las presentaciones iniciales fueron de lo más espontaneas y alegres. Sus amigos estaban muy interesados en interrogar a Derek, pero se habían distraído un poco con Dana, y Ben siempre había sido alguien con temas fáciles de escuchar. Así que ahí estaban todos, con la poca incomodidad del principio en el olvido; aunque no podía sacarse de la cabeza la sonrisa traviesa con la que Carter lo había mirado cuando le dijo "Oh... así que ese es Derek..."

De todas formas era una preocupación ínfima mientras recordaba que tenía varias cuentas que pagar y que, por alguna razón, se le había ocurrido que salir era mejor que un simple reunión en el campus. Su única excusa era que no estaba acostumbrado a pensar con un presupuesto en mente, sus padres nunca le habían enseñado a administrar dinero y él claramente no se había preocupado. Ahora se arrepentía de haber sido tan resguardado, pero nunca se imaginó que algún día estaría por su cuenta.

-¿Ya te embriagaste?- le preguntó Carter, dándole un codazo en las costillas que lo hizo sobresaltarse.

-¡No!- negó nervioso.-Estoy perfecto, de hecho, iré a bailar un rato.- anunció depositando sus manos sobre la mesa para impulsarse al levantarse.

Le revolvió el cabello a Derek al pasar junto a él sin molestarse en preguntarle si acaso él quería acompañarlo, primero porque ya habían estado en algunas fiestas juntos y Derek siempre lo esperaba en la mesa; segundo, porque no estaba seguro de cómo bailaría con él. "¿Igual que con todas?" se dijo a sí mismo.

-Te acompaño.- le dijo Dana alzando una mano que él tomó con una risa.-Si alguno de ustedes quiere incluirse, los espero.- agregó mirando al resto de los chicos.

Marco se había dado cuenta casi de forma inmediata que Carter estaba muy interesado en Dana, pero su amigo estaba casi igual de interesado en exprimirle información a Derek. Fue Ben el que se paró y los siguió, por lo que Marco sintió un leve escalofrío al pensar en que sus dos amigos estarían solos con Derek. No quería ni pensar en qué cosas inapropiadas le iban a preguntar.

-Iré con ese chico, creo.- les anunció Ben haciendo un ademán hacia la barra.

-¡Suerte!- le sonrió Dana-¡A la mierda con el Sultán Ibrahim!- le gritó cuando se alejaba.

-¿Quién?- preguntó Marco.

Dana tiró de su mano hasta que se encontraron cerca del centro de la multitud y comenzó a balancearse, mirando a su alrededor como en busca de una presa. Era una chica intensa, le agradaba pero a veces pensaba en que caer de su gracia era algo que debía evitar.

-Un ex de Ben, le llamamos así por meses, ya sabemos su nombre pero se nos quedó trabado lo del Sultán.- le contó.

-Creo que algo escuché de eso...- trató de recordar.

-Bueno, ya es historia.- dijo satisfecha.-No era bueno para él, lo arrastraba dentro del closet.- comentó, pero lo miró con sus ojos oscuros como si quisiera que lo recordara.

-Ya veo...-

La efímera conversación fue olvidada y Marco se concentró en que la tensión dejara su cuerpo. Dana era una buena compañera de baile, despreocupada y divertida; se reía cuando la hacía girar y a veces parecía tratar de competir con él a ver quién hacía el movimiento más ridículo. El ambiente era tan relajado que casi podía olvidar todo lo demás, o al menos olvidarlo por un rato.

Entre TiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora