Cuarenta

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-Por Dios ¿qué estás usando?- fue lo primero que le dijo Henry al verla.

-No lo sé.- lloriqueó entrando a su departamento.

Pasó de largo hasta el salón en el cual se hallaba un gran espejo redondo y se paró frente a él, examinando la ropa que había decidido usar luego de pasar dos horas rebuscando algo que se viera apropiado. El problema era que nada se sentía apropiado o correcto para la cita que tenía, que tenían, con Anton; estaba segura de que él se vería como de costumbre y no era como que ella se vistiera de forma discreta, pero ya le había revelado que cuando estaba nerviosa se ponía experimental y su outfit del momento la delataba por completo.

-No recordaba este conjunto.- comentó Henry parándose tras de ella, mirando su reflejo.

-Es nuevo.- suspiró.-Se supone que su lugar es algún evento especial, no una cita casual de sábado por la tarde.- se quejó.

-Mientras más lo miro más me gusta.- le dijo deslizando una mano por su manga, como evaluando la textura.

-¿Tienes una chaqueta menos...?-

-¿Holográfica?- ofreció con una sonrisa divertida.

-Sí.- asintió.

-Ven.-

Maya no había estado pensando coherentemente cuando se metió dentro de una minifalda holográfica, tampoco cuando decidió usar la chaqueta que completaba el conjunto y su cerebro definitivamente se había apagado cuando se calzó los botines militares negros. A veces tener tantas prendas que se salían de lo común era un peligro, en especial cuando debió ponerse unos jeans, un suéter para el frío y nada más.

-Esta es la más pequeña que tengo.- le dijo Henry entregándole una cazadora negra con forro de felpa oscuro.-Y mi suéter más pequeño...-

-Espera.- lo detuvo.-¿Se verá sospechoso que llegue con tu ropa?- preguntó.

-¿Cómo va a saber que es mi ropa?- le preguntó alzando una ceja.-Literalmente las tiendas están llenas de ropa oversize, nada de lo que te pongas se verá sospechoso.- le aseguró.

-Pero esto huele a ti.- dijo llevándose el suéter a la nariz.

-Creí que estaba limpio.-

-Está limpio.- rodó los ojos.-Como sea, tengo perfume.- suspiró.

Se quitó la chaqueta que llevaba puesta y luego comenzó a desabrochar los botones de su camisa. Desde que Anton le había dicho qué día podían reunirse que no se había quitado de la cabeza lo mal que podían salir las cosas, el solo pensar en ello la frustraba, en especial cuando no era propio de ella saltar a conclusiones negativas. Si se ponía a reflexionar con tranquilidad lo más probable era que Anton rechazara la idea con la misma tranquilidad que le había mostrado cuando se la había propuesto, y si aceptaba...

-Encontré el perfume.- anunció Henry alzando la botellita.

-Tienes tanta suerte de que no estuviera medio desnuda, te habría pateado.-

-Primero, no a la violencia.- dijo.-Y segundo, supongo que te voy a ver desnuda de aquí a un mes más ¿no crees?-

-En la décima cita.- le sonrió con dulzura.

-Ok...- frunció el ceño.-Deberías terminar pronto, no quiero que lleguemos tarde.- la apremió.

-Quizás no deberíamos llegar juntos...-

-Me estás poniendo nervioso.- canturreó metiendo las manos en sus bolsillos.-Ya estoy nervioso porque siento que voy a una entrevista de trabajo, lo que no tiene nada de sentido, y que tu estes nerviosa no le ayuda a mis nervios, y ahora he dicho nervios y nervioso demasiadas veces ¿podemos respirar y decir un mantra o algo?-

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2023 ⏰

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