Derek apagó el motor de la camioneta y se apoyó en el manubrio mientras observaba a Marco. Tenía los ojos cerrados y abrazaba su bolso deportivo como si fuera una almohada, había dicho que descansaría la vista unos minutos cuando salieron de casa esa mañana, pero no llevaban ni cinco minutos en movimiento cuando Derek notó que se había quedado dormido.
Desde hacía tiempo que había notado lo agotado que se veía, esa había sido una de las señales que le indicaba que algo seguía mal. Aún no estaba seguro de qué era, sabía que el problema no era él, no por completo... Era claro que Marco aún estaba lidiando con lo que significaba para él querer estar con Derek y cómo eso lo obligaba a redefinir sus ideales y creencias en torno a las relaciones; eso lo podía entender, porque para él había sido difícil pensarse a sí mismo en una relación casual y abierta, suponía que para Marco era parecido pero al revés, o sea, pensarse en una relación exclusiva y seria.
De todas formas sentía que ese tema se había aclarado, lo que implicaba que habían otras cosas jodiéndole los ciclos de sueño a Marco, y el apetito y el ánimo. Tratando de retomar el ritmo de la cotidianidad Marco había comenzado a pasar algunos días con él, y Derek había visto lo mucho que le costaba conciliar el sueño, excepto cuando había bebido, eso parecía relajarlo; pero también había notado que se saltaba el desayuno si Derek no lo hacía sentarse con él y que veces ni siquiera cenaba; y el ánimo... era similar al de siempre, aunque a veces se veía decaído o irritado por nada.
Derek suspiró, frotándose la barbilla distraído, diciéndose a sí mismo que aún estaba dispuesto a esperar. Con esto en mente se irguió y posó suavemente una mano en la pierna de Marco, se inclinó sobre su hombro para hablarle en voz baja y lo sacudió un poco.
-Llegamos.- le dijo.
Marco frunció el ceño sin dignarse a abrir los ojos, negó perezosamente, apretando más el bolso contra su pecho e intentando esconder el rostro tras de él obstinadamente. Derek rió, y porque no había nada que lo detuviera, hundió el rostro en su cuello y le dio unos besos ligeros.
-Eso es relajante.- comentó Marco, complacido. Derek cambió la estrategia.-¡Eso no!- exclamó casi al instante luego de que Derek le diera un suave mordisco y le enterrara los dedos en las costillas.
-Buenos días.- lo saludó con una risa.-De nuevo.-
-Eres lo peor, déjame morir aquí.- se quejó plantando una mano en su cara para alejarlo.
Derek atrapó su muñeca y lo asió hacia él, haciendo que sus rostros estuvieran separados por centímetros. Los ojos de Marco cayeron sobre su boca inmediatamente y Derek sonrió. Sabía perfectamente la razón por la que se había negado a besarlo durante esos días, era simple, temía que Marco sólo quisiera enrollarse con él para darle rienda suelta a su libido por una o dos noches, luego desaparecer y volver a aparecer cuando lo necesitara. Ese había sido más o menos el patrón hasta ahora, Derek lo había visto con más claridad luego de la última vez.
Sin embargo, si ignoraba lo problemático que era todo ese asunto podía disfrutar de las miradas cálidas y frustradas en sus ojos ambarinos, deleitarse con la forma en la que se estremecía cuando lo tocaba, y divertirse respondiendo desinteresadamente a los comentarios subidos de tono. Derek sabía muy bien que Marco quería asesinarlo por jugar con los límites. No estaba seguro de cuándo cedería, pero sabía que por el momento necesitaba sentir que controlaba al menos una faceta de su relación.
-Podríamos ir al asiento de atrás y recrear una escena del Titanic.- murmuró Marco, acercándose lo suficiente para que sus narices se rozaran.
-O la de It Fallows.- dijo Derek.-Pero esa termina con uno de los participantes maldito y no querría hacerte pasar por eso.- dijo fingiendo pena.
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Entre Tiempos
General FictionLos ciclos se cierran y la vida sigue, aunque en realidad incluso cuando los ciclos se mantienen abiertos la vida sigue. Bien lo saben Derek y Maya, dos hermanos que están muy familiarizados con los ciclos y su naturaleza caótica. Derek vuelve a la...