" Y yo. "

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Aun no lograba entenderla, nunca habíamos hablado más que esa vez, y a decir verdad, no fue mucha información la que obtuve pero poco a poco descubría sus gustos, más no quien era realmente, leer me parecía entretenido, y al parecer nunca les he hablado sobre mis pasatiempos, más que el de caminar por las noches, pero algo que muy pocos saben, es que me fascina pasar tiempo con cientos de libros a mi alrededor, pero solo uno es el que me ha atrapado por completo, "la historia de los 7 colores" el escritor es anónimo, no muestran una cara, o una descripción física de él, pero su libro, Dios mío, ese libro...solo un libro ha escrito en su vida, pero ese libro, es capaz de transformarte.

Gracias a nuestras buenas notas, y nuestro buen desempeño el director nos entregó las llaves de cada instalación, pero la única que solía usar era la de la biblioteca, solía venir cuando no me sentía con ánimos de salir o pelear con mi padre, caminé al estante donde se encontraban las copias de dicho libro mencionado anteriormente, al tomarlo, mi celular vibró dentro de mi chaqueta.

~Mensajes~

— Hola hijo, espero puedas venir esta noche, recuerda, es importante.

Creí que nada podría arruinar mi lectura, pero cada que algo me hace sentir cómodo, algo se interpone.

~Llamada~

—Sanha, iré a casa de mi padre, los veo en el club a las 9 p.m.

Esto iba a ser una muy mala idea.

Me pregunto, que estará haciendo ella... O si ella se ha sentido igual que yo.

Al salir de la biblioteca, la música ya no sonaba, la puerta del aula estaba cerrada por completo, y ella, ya no estaba ahí.


Al salir del salón de baile, me marché al departamento donde vivía, tomé una ducha de 15 minutos, o quizá fueron másúltimamente he estado más extraña de lo normal, la forma en la que le hablé a Dongmin no fue la correcta, debía disculparme, quizá mi padre tenía razón al decir que era un desastre como persona, me había defendido, justo como lo hacía él.

Al salir, decidí caminar un poco, las chicas y yo saldríamos de compras mañana por la tarde, necesitaba algo de ropa y alimentos en mi departamento, esta noche, me suele recordar a él, me recuerdan a cuando era una niña, él me cubría los ojos, se escondía bajo mi cama, y me hacía contar hasta el numero 10, al terminar, debía buscarlo por mi habitación, al reírme fuertemente, mi padre entraba para hacerme callar, pero él,  se ponía enfrente, y recibía el golpe por mí,  mi padre lo llamó débil,  e inútil, pero lo que nadie sabía, era que todos los días, él me salvaba la vida, cuando era castigada y debía pasar la noche sin cenar, el traficaba dulces por debajo de mi puerta con candado, me hacía dibujos hermosos para colorear, cortaba pétalos de las flores del jardín, y las ponía sobre mi almohada, quizá mi padre lo odiaba, pero me odiaba más a mí.

Los golpes en mi rostro se fueron borrando con el tiempo, pero los de mi Alma, esos se aferraron a ella.

Y cada golpe, cada grito, cada llanto, se quedó grabado.

Y quizá esa era la clave, no podía derrumbarme en el día, simplemente no podía, por eso, odio tanto la noche, la odio tanto, que me hace amarla.

Solo así, soy capaz de sentirme el ser más horrible.

Morado era así.

La Historia De Los Siete Colores (Precuela De Atrévete a Amar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora