La Historia De Los Siete Colores (Precuela De Atrévete a Amar)

" sígueme, en el camino te cuento "

—¿donde está Lisa?, debía estar aquí hace 30 minutos—  la voz de mi padre era lo único que se podía escuchar en el interior de esta casa, verlo alterado y molesto me resultaba algo gracioso, las mucamas lo miraban con preocupación,  para su edad, los enojos no eran recomendables, pero nadie aparte de él, era capaz de decirle que hacer—

— Quizá salió con las chicas, deberías dejarla respirar, ha sido difícil para ella— por otro lado, mi madre era una sumisa, pasaba los días en eventos o centros comerciales, para su edad, el dinero lo era todo—

—Es una irresponsable, esas saliditas son una pérdida de tiempo, debería estar aquí organizando su evento, debería ser más agradecida — ¿Agradecida?, ¿con él?, ¿por qué habría de serlo?—

— ¿Lisa?,¿escuchaste lo que dijimos?— cuestionó Jennie, ver su rostro me hizo darme cuenta de cuán tan distraída estaba, como dijo mi madre, necesitaba un respiro—

—Disculpa, me distraje un poco—  respondí algo avergonzada, no era extraño mi comportamiento, desde hace un par de años, mi personalidad cambió por completo—

— Estábamos comentando acerca de tu cumpleaños, ¿has elegido el vestido?— cuestionó  Rose, le dio un sorbo a la malteada sabor chocolate que había ordenado, por alguna razón, las pajillas de esta cafetería eran de un color amarillento, el resto de la decoración era opaca, para mi gusto no combinaba en  lo absoluto —

— Tengo varias opciones, a menos que mi padre decida obligarme a usar uno de sus vestidos anticuados — respondí con seriedad, mi voz era fría y seca—

— Tu padre tiene pésimos gustos— comentó Jisoo—

—no es su único defecto — agregué con remordimiento —

— Las clases están por iniciar, deberías regresar a Corea con nosotras— Jennie llevaba la mitad del tiempo tratando de convencerme, desde que llegaron a Tailandia, han hecho lo imposible por ayudarme—

— Me encantaría...

—Lisa, abandonaste las clases de baile hace 5 años, ¿no crees que deberías retomarlas?— cuestionó Rose—

—Debo regresar a casa, mi padre debe estar echo polvo, ¿Las veré mañana? — cuestioné,  al ponerme de pie, la mirada de mis amigas se posaron solamente en mí,  siempre evadí sus preguntas, pero en algún momento tendré que dar respuestas—

— Claro, llegaremos temprano para ayudarte a preparar todo— respondió  Jisoo, ver su hermosa sonrisa me hizo sentirme mucho mejor, al salir de la cafetería, emprendí camino a mi casa, las noches siempre eran más frías, gracias a los bolsillos de mi abrigo mis manos siempre estaban cálidas—

Mi parte favorita del día, era este, donde la noche es el abrigo del alma, donde el silencio es tu compañía, y la mente era un simple papel en blanco.

Ver a las familias riendo en el parque me llenaba de tranquilidad, aún recuerdo cuando era una niña, recuerdo como me paraba cerca de la ventana a ver como jugaban mis amigas bajo la lluvia, debía estar de puntillas para poder ver lo mucho que se divertían, mientras yo, pasaba los días cerca de un piano, pasaba los días aprendiendo una buena postura, buenos modales, aprendí a ser perfecta, o más bien, aprendí a matarme lentamente.

Aprendí, a convertirme en mi padre.