MI CHICA RUBIA; beth greene

𝟐𝟕

𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄... ¿𝐀𝐂𝐀𝐁𝐎́?

𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝟏

𝟏 𝐒𝐄𝐌𝐀𝐍𝐀 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐔𝐄́𝐒

—Baja, Rick tiene algo que decir —Glenn me avisó.

—De acuerdo, ya voy —ese asintió y se fue—. Bueno, a ver que pasó esta vez —murmuré y bajé.
Todos ya estaban allí para poner atención.

—Conocí al Gobernador —papá nos informó—. Hablamos durante un buen rato.

—¿Sólo ustedes dos? —Merle le preguntó y ese asintió—. Te advertí que no viniésemos, hermano —le dijo a Daryl y se alejó de allí.

—Quiere la prisión —soltó.

—¿Qué? —me crucé de brazos.

De hecho no me tenía que sorprender, luego de todo era más que obvio que eso iba a querer. Así que ya sabía que nos esperaba.

—Él nos quiere... muertos —confesó—. Nos quiere muertos, por lo que hicimos en Woodbury —Merle se puso alado de mi. Nadie dijo nada—. Iremos a la guerra —sentenció y se fue. Carl fue tras él.

—Bueno, pues que comience el juego —murmuré pero al parecer me oyeron, ya que todos me voltearon a ver—. ¿Qué? —me encogí de hombros y subí a mi celda.

︻デ═一
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𝟐 𝐃𝐈́𝐀𝐒 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐔𝐄́𝐒

—¿Has visto a Merle? —le pregunté a la causante de mis nuevos sentimientos, ella negó—. Bien, gracias —le sonreí, me di vuelta para seguir buscando al Dixon Mayor.

—Lexie —me detuve al escucharla y volteé a verla.

—¿Si?.

—¿Podemos hablar? —Dijo algo nerviosa.

—Oh, por supuesto, ¿sobre que es?.

—Sobre lo que me dijiste aquél día —mencionó.

—Oh, no te preocupes en darme una respuesta rápido, solo quería que lo supieses —le sonreí.

—Me gustas —soltó de la nada y una sonrisa tonta se formó en el rostro.

—¿De verdad? —ella asintió—. Oh dios mío, este es el mejor día —aún tenía mi sonrisa—. ¿Quisieras hacer que algo funcione entre nosotras? —ahora la que estaba nerviosa era yo.

—me encantaría, Grimes —dijo con su sonrisa característica.

Oh dios mío, este día no puede salir mal.
¡No! ya no digas eso, luego el día da giros inesperados.

Me respondió y rápidamente la abracé, y ella correspondió a mi abrazo. Nos separamos y sonreímos.

—Entonces... ¿Nos vemos después? tengo que seguir buscando a Merle.

—Claro, nos vemos.

—Adiós —me di vuelta y seguí buscando a Merle, tenía rato que no lo veía.

Sabía que la prisión era grande, tenía algunos sitios que quizás yo no conocía. Sin embargo, ya era preocupante haberlo buscado por los lugares más comunes donde ese solía estar y que no lo encontrara. Tampoco era como para pensar que salió, porque no lo hace.