Tiempo de sobrevivir e ir de un lugar a otro..., terminan yendo a una granja, tras un descuido que dependería de dos vidas.
En ella conocen a los Greene, y sobre todo a la menor, Beth Greene; donde Lexie al conocerla empieza a encontrar sentimientos...
Helouuu, este extra ocupa lugar 4 días después de que Rick, Morgan y Ron descubrieran a los caminantes en el acantilado. Puede que algunas cosas por el tiempo no concuerden pero soy mala en matemáticas y eso. El tiempo, las distancias no se me dan😋💪.
No sé si ustedes tengan problemas con la relación que tiene Dael y Mikey. Otra cosa, pero no menos importante: la protagonista en ningún momento jugó con nadie, este extra mostrará lo que ella había pensado sobre su futuro, pero lamentablemente no fue posible.
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"Por favor abrázame siempre, no me dejes, al menos no tú. Quiero seguir acostada sobre tu hombro, porque eres mi hogar, eres la luz que yo necesito en mi vida".
—Lexie Dael Grimes (4 días antes de su muerte).
DE REGRESO
Si bien, papá me ha dicho que no mirara hacia atrás. Pero la verdad es que no puedo, no después de Blake, no después de la granja, no después de mamá..., no después de ella.
Pero siendo sincera, creo que ya es hora de despedirme de todos. No porque ya no quiero que sigan siendo parte de mi, porque eso ni en un millón de años pasará. Solo es que quiero seguir adelante, avanzar con mi vida sin que el pasado me siga en cada paso que doy.
Quiero volver a ser feliz, quiero darle otra oportunidad a la vida, y siento que de verdad lo puedo conseguir. Prometí volver a ser aquella chica, pero no puedo hacerlo si no me despido de todos. De eso estoy más que segura.
Así que como dije, ya es hora de hacerlo.
—Oh, buenos días —saludé algo nerviosa al papá de Mikey.
—Buenos días —ese respondió muy serio. Sabía que él no aceptaba que saliera con su hijo, por la edad y esas cosas.
—¿Se encuentra Mikey? —y antes de que ese pudiera responder, una tercera voz se hizo presente.
—Lexie —habló y volteé a ver—. ¿Qué haces acá? —escuché que la puerta se cerró, más bien, su padre la cerró.
—Ehhh, quería hablar contigo —confesé.
—Claro, ¿Sucede algo? —preguntó algo confundido.
—No, nada —tranquilicé—. Pero prefiero hablar en un lugar un poco más... privado —asintió y empezamos a caminar hasta llegar al lago y nos sentamos en el pasto.
