Lazos||KTH|| ✔

Dos.

—¡Vamos muñequitas muevan ese trasero!— sí, algo emotivo de nuestra entrenadora llamarnos muñequitas.

—Oye Kim— BaekHyung se puso a mi lado mientras trotabamos—¿Qué te paso ayer con la capitana de las chicas de natación?—

—Nada chismoso, no paso nada— apresure más mi trote, al ser el capitán tenía que ir delante, en la cabeza del equipo.

Vi al equipo de natación llegar a la pista de carreras junto a su entrenador y mi vista rápido se concentró en buscar aquella corta cabellera.

—¡Kim! ¡Por detenerte harás unas veinte vueltas más! — gritó aquella mujer y si, me había detenido igual que mi equipo— ¡No, todos tendran veinte vueltas más! — todos los chicos maldijeron y siguieron trotando, antes de hacerlo miré hacia aquella chicas, y miraban sonriendo en mi dirección menos ella.

Chasquee mi lengua y seguí a los chicos para revasarlos y ponerme en la cabecera.

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Cerré mi casillero y tomé mi mochila para luego ponerla encima de mi hombro.

—Nos vemos en clase— les dije a los chicos los cuales aún les falta para cambiarse y estos solo asintieron, salí de los vestidores.

Empecé a caminar para ir hacia el edificio en donde se encuentras las aulas. Una chica se detuvo a una cierta distancia de mí mientras extendía una caja envuelta en papel de regalo pero pasé por su lado y seguí mi camino.

No soporto que hagan eso.

Aquella chica tendida en el suelo con unos auriculares en sus orejas fue la que llamó mi atención. Estaba acostada en el área verde del campus mientras creo yo que oía música.

Sus ojos estaban cerrados, movía sus manos y pies, creo yo, al ritmo de la música.

—¡Kim!— un brazo rodeó mis hombros, molestandome por completo. Suspire y conté hasta un millón (Imposible).

—¿Qué quieres Niki?— alejé su brazo de mí y empecé a caminar, este me siguió.

—No, nada, solo quería saludarte, hace mucho que no nos vemos— me detuve y volteé a mirarlo

—Nos vimos ayer en la fiesta y hoy en el entrenamiento— él sonrió

—Si ¿Verdad?— bufé y empecé a subir las escaleras para ir hacia mi salón.

Aún faltaban unos minutos para que la clase empezara, pero prefiero llegar de primero a que todos estén corriendo de un lado al otro y yo estar en medio de todos.

Me senté cerca de la ventana y miré a través de esta hacia donde estaba aún aquella chica acostada.

Apoyé mi codo a la mesa mientras mi cabeza descansaba en mi mano, cogí mi móvil y miré si alguien venía o entraba al salón, puse la cámara y le tomé una foto.

Sonreí volviendo a poner mi teléfono en el bolsillo de mi chaqueta, sin despegar mi vista de aquella chica.

La campana sonó y ella quitó los audífonos para recoger sus cosas. Se levantó de donde estaba sacudiendo su falda y empezó a caminar entrando al edificio e impidiéndome a mi verla, ya que no somos del mismo salón.