Lazos||KTH|| ✔

Tres.

La pelota paso por el aro después de haberla lanzado y aquel sonido se oyó cuando anotaron el punto.

El equipo se reunió y nos abrazamos para luego continuar con el juego.

—¡Los mejores son ustedes! ¡Los mejores son los tigres!— volteé a mirar aquellos que estaban gritando y era el club de natacion femenino.

Prácticamente todas las gradas estaba repletas de chicas.

Busqué aquella chica y estaba sentada mientras sus manos aguantaban una parte del gran cartel que llevaban.

Sonreí y volví mi atención al juego.

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BaekHyung me pasó el balón y lo lancé al aro faltando unos pocos minutos para que el partido terminara y la pelota pasó, dandonos más puntos.

—¡Si!— todos en las gradas se levantaron y empezaron a gritar. Todo los miembros nos abrazamos mientras saltábamos.

Después de felicitarnos entre nosotros despedimos al otro equipo y la mayoría del equipo de natación bajó hacia la cancha.

Busqué entre ellas aquella chica pero no estaba, la busqué en su asiento y seguía ahí mientras nos miraba, me sonrió y sentí como si mi cuerpo temblaba por completo, me estaba sonriendo.

Se levantó de su asiento y empezó a caminar para salir del lugar.

—Vamos amigos, tenemos que prepararnos para la celebración— Baek pasó su brazo por mi cuello y empezamos a caminar— Solo nos falta uno y estaremos en las nacionales — mencionó y solo asentí.

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—No tengo deseos de ir a esa fiesta— negué mirando los apuntes en mi libreta.

—Vamos DoYoung no seas así — aquella chica se sentó a mi lado y negué — Estará todo el club y los de baloncesto — volví a negar.

—Quiero quedarme aquí—

—Bueno, como quieras— dejó de insistir y se levantó— Vamos chicas, otra fiesta nos espera— dijo entusiasmada y volteó a mirarme — Y tú no te estreses tanto, sabes que no te hace bien— asentí y ella me lanzó un beso para luego salir de la habitación con las demás.

Suspire y cerré mi libreta de notas, me eché hacia atrás, miré por la ventana y vi como se alejaban cada vez más de la residencia todas las del departamento.

Me levanté y caminé para salir un poco a tomar aire. Desearía ser igual a ellas, el entrenador dice que soy la que más ejercicio tengo que hacer, que soy la más lenta y tengo que esforzarme más, siempre lo hago pero al parecer nunca lo impresiono, nunca me ha dejado participar en competencias y muy pocas veces me ha dejado entrar al agua, así que a veces me toca entrenar a escondidas y yo siento que he mejorado bastante.

Un sonido detrás de unos de los arbustos llamó mi atención.

Miré y era un gato.

—Oh, hola amiguito— me agache y le extendí mi mano, él dudo mucho en si salir o no, pero al final lo hizo, sonreí mientras lo acariciaba— ¿De donde vienes? — volvió a donde estaba y pude ver que tenía gaticos— Oh, eres mamá, de seguro has de tener hambre— me repuse y empecé a caminar hacia el edificio de nuevo para ir hacia la habitación no hay comida para gatos, pero sardina enlatada servirá.

Lo tomé y bajé de nuevo para poder darle de comer.

—Toma— le abrí la lata y se la puse, ella enseguida fue a comer, los gatitos aún están demasiado chiquitos para comer.

—¿Qué haces?— una voz masculina detrás de mi me hizo voltear.