Una nación llamada como tú

(apéndice) Una relación diferente.

¿Quién dice que ser único y diferente es malo?
La sociedad nos tiene catalogados como irreverentes, seres que buscan desesperadamente distinguirse de los demás, pero todos lo intentamos, en esta ocasión, dirigire este capítulo hacia las diferencias en las relaciones comunes, ya que la relación que busqué con Avellaneda es una muestra de que no todas se parecen.

En alguna ocasión durante las cortas (realmente largas en tiempo) charlas con Avellaneda, y las llamo así porque 3 o 4 horas me parecen una sátira cuando de hablar con ella se refiere, platicábamos prácticamente todo el día, yo caminaba por las aceras de mi antiguo trabajo grabando notas de audio de 3 o 4 minutos, y sonreía mientras hablaba, y sonreía aún más cuando vibraba el pantalón esperanzado fuera un mensaje de Avellaneda, así que grababa mis audios contándole a Avellaneda como me sentía de que estuviera sucediendo con ella está esporádica muestra de afecto entre seres de la misma especie, claro si de comprar hablamos con otras parejas románticas, dejando claro que no sucederá nunca con otras personas, ya que como he intentado dejar claro nuestra relación es única, pues bien las relaciones entre las demás personas a veces simplemente se entablan, y terminan en una monotonía como si lo único de lo que pudieran platicar es de lo mucho que se quieren, y pues claro, hay muchos más temas, (siento si mi redacción de este momento es algo formal o sosa pegada al aburrimiento, acabo de terminar de hacer un ensayo para la universidad, así que tengo ideas claras, pero con un lenguaje académico) esas parejas simplemente terminan teniendo charlas largas, sí, pero diciendo cosas como...

"Te quiero"

- "yo te quiero más"
- "no, yo más"
...

En bucle.

Nosotros no hemos tenido esas peleas, con nosotros es un poco más simple, sin competencia directa, porque si hay competencia, pero no es necesaria de mencionar... Así que para nosotros es.

- "Te amo"
- "Yo también te amo"

Nuestros debates van dirigidos hacia cuáles son las mejores experiencias en otros Estados de la República, que hemos conocido, que shampoo ocupamos, que es el amor, que es amar, cuáles son nuestras experiencias laborales, lo mejor de saber inglés, etc. eso son solo por mencionar algunos, tenemos temas mucho más complejos.
Me dedique a intentar conocerla, más allá de lo que muestra, le conté de mí, pero en serio sin cambiar detalles, si me veo mal en la situación no intento justificarme, le dejé ver esa parte de mi que nunca le he mostrado a nadie, y claro los besos, cada uno único, y el siguiente único, y el siguiente único, como si cada uno fuese el primero que nos dábamos, o al menos así lo pensaba yo...
Por eso era que nunca era suficiente uno o veinte o treinta besos, o una hora o dos, o tres, o cuatro...
O las prontas veintiséis mil doscientas ochenta horas que hemos dedicado a esto, no ha sido suficiente, necesito por lo menos lo doble o lo triple para comenzar a notar que realmente ha pasado el tiempo...
Nuestro amor es de literatura, tiene drama, romance, acción, uno que otro cliché, suspenso, fantasía, utopía, una novela joven en su máximo punto, donde no me gustaría llegar al desenlace.
Tenemos poesía, cuento y ensayo, y en este punto hasta documental.

Una razón más para enamorarse de ella, siempre me sigue el juego... Y nos divertimos, y reímos, a veces ella comienza, a veces yo comienzo...

Un amor con orgasmos intelectuales...
Dónde las estrellas nos hablaban, nuestra luna, nuestros ojos sin mencionar una palabra, tiene mucho que no veo los suyos y me ha sentado mal, pues claro... La amo.
Separarme de ella ha sido fatal, estar tan lejos, y tan cerca al mismo tiempo,  pero algo que me reconforta un poco es que abrazo su esencia todos los días, a todas horas...

Una relación perfecta, que en mi opinión no debería tener pausas, ni mucho menos terminar...

Una relación donde se discute que los Bulldog son más bonitos que los chihuahua, donde se planeó una comida donde se servirá salmón como platillo principal, por ser el platillo favorito de Avellaneda, donde los colores amarillo y verde significan la naturaleza de la felicidad cuando estamos cerca, donde se discute cuantos besos me debe, y si debemos comernos a besos en una sola exhibición o irnos comiendo poco a poco, donde los bálsamos son saliva combinada con labial, y no va en los labios, va en lo que algunos reconocerían como alma, donde la dopamina juega un papel importante, me he hecho adicto a la dopamina que me genera Avellaneda, la serotonina no es para bajar de peso, y la adrenalina se siente solo cuando estamos experimentando con las manos...

Dónde los gustos del otro son importantes, puesto que Avellaneda leyó el libro que da significado a su nombre, donde ví un musical de tres horas en inglés sin siquiera saber pronunciar "hello", donde el Frances, el latín, el inglés, el alemán, el griego, el español, son utilizados para decirnos "Te amo" je t'aime" "Σε αγαπώ""Ich liebe dich" "I love you"
Donde "I loving you" "I adore" son nuestras irrefutables de amor en expresión.

Dónde se habla una sola lengua, y se reconceptualizan los conceptos usados de manera común por la personas, para entenderlos como a nosotros nos plazca, a modo de interpretar las palabras y al momento de decirlas tenga más significado, una relación donde "nosotros" no es solo un pronombre personal, sino que conjuga con nuestras actividades, para decir "nos amamos" "nos tenemos" donde el que digan "ustedes" nos genera orugas con metamorfosis, donde podemos escapar a un lugar que es solo de nosotros que los demás no entenderían, y no lo entienden, donde está implícito el amor, pero decidimos dejarlo explicito para mayor esplendor del sentimiento, donde cinco partes de mi son de ella.

- Espero esa llamada con ansias...

A veces solo quiero abrir los ojos y que ya sea 30 de febrero...

(Escribí mil palabras).