Una nación llamada como tú

Supernovas

Según la astrología Una supernova (del latín nova, nueva) es la muerte o explosión de una estrella cuya masa es, por lo menos, ocho veces mayor a la del Sol. Estos estallidos lanzan en todas direcciones la materia que contenía el astro.
Siguiendo este principio...

Durante una de las hermosas y peculiares charlas con Avellaneda, cuando aún no éramos novios, después de dedicarle la luna, y de sugerir construir la nación, propuse que las estrellas nos observaban, que brillaban por vernos, porque comprendían que lo nuestro era totalmente único, durante esas platicas que cuando recuerdo me provocan erizar la piel eran tantos los suspiros que me hacía sacar, suspiros realmente placenteros, tanto y tan hermosos que eran que aveces teníamos que detenernos unos segundos a respirar, (tal como una supernova, bueno esto es nuevo) era imposible hablar sin tener que detenernos, se nos iba el aire en ocasiones al mismo tiempo, por lo cual tenía que buscarle lugar a dicho acontecimiento, por lo cual propuse en primer lugar que a la luna de Avellaneda le faltaban algunos acompañantes, claro, estrellas ¿Que más podría acompañar a una perfecta luna?

En ese preciso instante vino a mi mente los suspiros... Tenía que encontrarles también un lugar, en primer lugar propuse fuegos artificiales, pero eso contamina mucho, no podía haber fuegos artificiales en Avellaneda, así que propuse que las estrellas explotaban como supernovas como si tanto amor las hiciera estallar, cada vez que me hiciera suspirar Avellaneda una estrella nos deleitaba con sus colores, aún recuerdo exactamente dónde estaba parado, y también hacia que dirección observaba el cielo, imaginando estar justo debajo de la pared donde Avellaneda contestaba el teléfono...
Cómo la última vez que nos vimos.

Desde el primer día que propuse eso, no había dejado de ver esos colores en el cielo, esas explosiones que solo Avellaneda es capaz de provocar, esas ganas de continuar escribiendo, esas ganas de continuar corriendo a su lado tomados de las manos.
Esas ganas de tener nuevamente otro helado de fresa en las manos, de quitarle el labial sabor chocolate y untarlo en su clavícula, de rosar sin besar sus labios. De suspirar en su hombro... De tomar sus manos frías.

- Bonus.
Últimamente cuando me haces sentir orugas con metamorfosis pronunció las siguientes palabras "¡Ay, mujercita!"

No lo he podido decir mucho, pero más que hace una semana sí...

Oye me encantas...
¿Dónde está la fila?

Hazme reír, mi carrera me está haciendo llorar TnT