Orugas y su condición biológica

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(No he redactado nada parecido que haga alusión a este día, así que será cien por ciento orgánico)

Tenía bastante tiempo que no nos veíamos, aunque seguíamos teniendo contacto a distancia, no habíamos tenido la oportunidad de encontrarnos nuevamente, pero ese día sería, mi tía había organizado un evento por su cumpleaños en su casa, y había invitado a tu familia, me preguntaste si iría, y siendo honesto no tenía planeado ir, pero al enterarme que irías, no podía perder esa oportunidad.
Llegué temprano, y había una amiga en la casa de mi tía, comencé a platicar con ella, y mi hermano, y mis primos,  propusieron jugar uno de esos juegos interminables de mesa, yo preferí ser el banco para estar disponible en cuanto llegarás para ponerte atención...
Mi primo más pequeño iba perdiendo la partida, mi hermano competía fuertemente contra mi amiga y mi primo, yo reía porqué era gracioso verlos estresados.
Cuando alcé la mirada, vi entrar a tus padres, y delante de ellos venían tú y tu hermana, en cuanto cruzaste la puerta no pude concentrarme en absolutamente nada más, tenías puesto un vestido negro, que insistentemente defiendes que es azul, realmente terminé atontado, no podía dejar de sentir una sensación extraña en el estómago, las orugas que habían comenzado a crecer en noviembre y diciembre, habían sentido la llegada de la primavera a finales de marzo, llegaste, preguntaste que hacíamos y te sentaste a lado mío... La mejor sensación que podía tener en ese momento...
Los chicos comenzaron a aburrirse  y prosiguieron a disiparse, nosotros por nuestra parte seguíamos sentados juntos en las sillas del comedor, mi hermano nos tomó una foto que yo le pedí, foto que por cierto me gusta mucho, y guardo con mucho cariño... Nos sentamos en el sillón, y hablamos sobre algo de música, y los chicos comenzaron a aventarse un huevo, actividad en la que terminé participando, hasta que el huevo se me reventó y mojo mi ropa...
Pena que tenía...
...
Me cambié y regresé a tu lado, comencé a hacerte cosquillas, con el objetivo de poder tomar tu mano, lo intenté, y los nervios me consumían, no sé cómo, bajaste tu mano hacia el sillón, y en una estrategia de puberto, nos tomamos de la mano, lo mejor que puedo sentir es tomar tu mano... No tardó mucho para que aquellas orugas lograran romper sin ayuda de nadie su capullo, hicieran la metamorfosis, y emprendieran vuelo en mi estómago... Ahora que hago memoria... No me podía concentrar en nada más... Lo gracioso, es que tus padres intentaban tenerte vigilada y mi tía, cerró la puerta a propósito...
Ese día comencé a entender que no sólo me gustabas... ¿Quieres saber algo más?
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Una nación llamada como túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora