Los movimientos reflejan emociones, el baile expresa lo que no puedes decir con palabras, el baile es una forma de liberar todo lo que llevas dentro. Sunoo adora ver bailar a Niki, el puede sentir todas las emociones en su baile.
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Sunoo dormía plácidamente en su camita, su flequillo estaba atado en un pequeño moño hacia arriba y una mascarilla facial se encontraba puesta en su rostro. La luz solar entraba tenuemente por las cortinas, llegando en cantidades mínimas a la tierna carita del pelinegro. El chico comenzó a removerse en la cama, signo claro de su despertar. Bostezó y estiró sus extremidades para luego sobar sus ojitos y sentarse. Tomó su celular de la mesita de noche para ver la hora "10:04 am" indicaba. Volvió a estirarse y se levantó, caminó en dirección al baño y se encerró allí.
Procedió a realizar su estricta rutina de cuidado facial, retiró la mascarilla y la desechó, limpió su rostro con agua y jabón y aplicó algunas cremas para mantener su piel perfecta.
Mientras Sunoo hacía lo suyo, el pequeño Ni-ki estaba en su quinto sueño. Dormía desparramado, con la sábana cubriéndole medio cuerpo. Sus extremidades estaban extendidas, ocupando toda a la cama y un hilito de baba salía desde la comisura de su boquita entreabierta hasta un pequeño charco en la almohada. Cuando Sunoo ingresó devuelta en la habitación, no pudo evitar soltar una carcajada al ver al menor, automáticamente tomó su celular y sacó varias fotografías antes de llamarlo.
-Niki~ Es hora de despertar~ - canturreó con voz dulce, acercándose a su armario para escoger el outfit que usaría ese día. Por su parte, el japonés levanto levemente su cuerpo, apoyando su codo en la cama, aún dormido, se mantuvo así unos segundos antes de recostarse nuevamente y taparse correctamente. Sunoo suspiró entre entretenido y frustrado.
-Niki, levántate- volvió a decir ahora elevando un poco su tono de voz. El menor no dio ninguna señal de despertar por lo que al coreano no le quedó más opción que dejarlo dormir. Aprovechando que el japonés permanecía con sus ojos cerrados, dormido completamente, comenzó a vestirse.
De a poco fue levantando su pijama hasta retirarla completamente. Mientras se acercaba a buscar la camiseta que había escogido, nuestro rubio se despertó. Con los ojos cerrados se sentó en la cama y de poco comenzó a abrirlos. Cuando su vista se había acostumbrado a la luz del cuarto, lo primero que sus ojos apreciaron fue el torso desnudo de Sunoo. Alarmado y nervioso cubrió su rostro con ambas manos, mientras el color rojo subía y se apoderaba completamente de su carita
-¡Sunoo!- exclamó. El mayor, un poco desconcertado miró en su dirección sin entender del todo su reacción. Ambos eran hombres, ¿Que había de malo?
-¿Qué?- preguntó mientras se colocaba la camiseta de color blanco que había elegido
-¡Tápate! ¡Estoy aquí!- dijo nervioso, aún cubriendo su rostro.
-Niki, somos hombres- comentó con obviedad, ahora se ponía una camisa azul a cuadros sobre la camiseta
-¡Igual!- volvió a decir. En realidad no le importaba ver el torso de Sunoo, es más, había visto el de Daniel y el Taki varias veces cuando hacían pijamadas juntos, sin embargo esta situación era completamente diferente. Era Sunoo, su Sunoo, su crush desde hace meses, la persona que le hacía sentir cosas extrañas en el estomago, que lo hacía sonreír, el causante de todos sus sonrojos ¿Cómo podría no ponerse nervioso? Oh pobre adolescente hormonal.
-Dios Niki, eres un exagerado- rio Sunoo- Y ya abre los ojos, ya me vestí- agregó caminando hacia el espejo para verificar su cabello y su apariencia en general. El japonés retiró sus manos lentamente, soltando un suspiro de alivio al ver que el mayor ya estaba completamente cambiado. Se quedó unos segundos observando al pelinegro, no lo culpo, el bajito se veía simplemente hermoso y eso que estaba llevando un outfit simple y casual que consistía en una camiseta blanca, una camisa a cuadros abierta encima, unos jeans grises rotos en las rodillas, tenis negros y un sombrero de tipo pescador con argollas de metal. El mayor había aplicado un poco de brillo rosa en sus labios y había peinado su cabello lo que hacía que este se viera suave y esponjoso.
-¿Niki?- llamó Sunoo, moviendo su mano de arriba a abajo frente a los ojos del menor. Este reaccionó y se sonrojó. Había sido descubierto mirando a su crush, mejor dicho, babeando por el.
-A-ah, ¿Si?- balbuceó nervioso
-Cámbiate, mientras yo iré a ayudar a mamá con el desayuno, no tardes- dijo el coreano. Le brindó una sonrisita al rubio y salió del cuarto. Riki se quedó aún quieto en su lugar, mirando a la puerta. Su corazón latía fuertemente, por alguna extraña razón. El menor aún no comprendía del todo que era lo que realmente sentía, no podía entender ni explicar todo lo que le ocurría cuando estaba cerca de Sunoo. Aunque ya hubiese aceptado que estaba enamorado de el mayor, todavía habían muchas cosas que lo confundían. Nunca antes se había enamorado, por lo tanto le costaba acostumbrarse a sonrojarse por la más minima cercanía, a sentir su corazón latir con fuerza, al sentirse extremadamente feliz cuando la dulce y cálida voz de Sunoo legaba a sus oídos. Todo era demasiado confuso para él.
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Sunoo estaba ocupado ayudando a su madre a preparar waffles para el desayuno. Luego de haber hecho la mezcla, precedió a verterla con mucho cuidado en la waflera para luego cerrarla y esperar. De pronto, una llamada llegó a su celular, al ver de quien era contestó sonriente
-¡Jake hyung!- exclamó. La risa del mayor se escuchó del otro lado de la línea
-Sunoo, ¿Que tal todo?- preguntó alegre
-Excelente, ¿tu?
-Bien, acá esperando el taxi- comentó sonriendo. El coreano abrió los ojos en grande expresando su emoción
-¡¿Ya llegaste?!- exclamó sorprendido. Jake tuvo que alejar un poco el celular de su oreja.
-Sip, estoy de camino a la casa de mis tíos, ¿Te parece si nos vemos en la dulcería? Hay algo que quiero contarte- Preguntó con un pequeño nerviosismo en su voz, para su suerte, Sunoo no se percató.
-¡Claro! Déjame terminar- ¡Ay no! ¡Mi waffle!- exclamó, dejó el teléfono en la mesada para correr para salvar a su pobre waffle, el cual estaba de un color carbón. Jake por su parte solo se limitó a reír.
-¿Todo bien?- preguntó entretenido cuando el menor volvió a atender la llamada
-Mi waffle se quemó pero ya que, luego hago otro- dijo un poco apenado, el australiano rió de nuevo, su mejor amigo era muy carismático, siempre lo hacía reir
-Ay Nunu, eres demasiado despistado- comentó el mayor
-Entonces, retomando lo de antes, ¿Nos vemos a las 4? -preguntó el pelinegro
-Está bien para mi. Bueno, te dejo, ahí viene un taxi
-¡Nos vemos!- Sunoo esperó la respuesta de Jake antes de colgar la llamada y ponerse a cocinar nuevamente los waffles. Mientras hacía de Master chef, la curiosidad comenzó a invadirlo, ¿Que era lo que Jake quería decirle? Se preguntaba si era algo muy importante puesto que había solicitado verlo en lugar de decírselo durante la llamada. Tristemente para su personalidad impaciente, tendría que esperar hasta las cuatro para saber. ┏━━━━━━•°•☆•°•━━━━━━┓ ¿Que creen que le dirá Jake a Sunoo?👀 Perdónenme por no haber actualizado durante tanto tiempo ㅠㅠ Debo admitir que he estado un poco desinspirada para escribir pero les prometo que intentaré actualizar más seguido Espero que les haya gustado el capítulo, cuídense mucho, lxs amo ¡Adiós!
Capítulo escrito el día: 15/17-07-2021 Capítulo publicado el día: 17-07-2021
