Capítulo 34

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Haruto se levantó de un salto y se quedó estático viendo cómo Sunwoo corría hacia él

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Haruto se levantó de un salto y se quedó estático viendo cómo Sunwoo corría hacia él. Las lágrimas volvieron a caer por sus mejillas mientras que una sonrisita se asomaba por la comisura de sus labios. 
El mayor no tardó nada en quedar frente al japonés. Sus ojos se conectaron, sin poder despegarse.

-Sunwoo yo...-comenzó Haruto, sin embargo los suaves labios de Sunwoo se posaron sobre los suyos, sonrojándolo y haciéndolo callar. Su corazón palpitaba con velocidad ante el contacto, el cual no duró demasiado.

-Déjame hablar Haru- dijo el mayor con una sonrisita. El menor asintió tímido al oír el apodo.- Mira yo...lo pensé y me di cuenta de que fui un completo idiota. No tuve el valor para corresponderte. Me gustas mucho, no sé cómo no me había dado cuenta antes.  Al fin he encontrado a la persona que me completa, que me hace sentir especial, que hace que mi corazón lata con tan solo una sonrisa. Y ¿sabes algo? no tendré más miedo, me he dado cuenta de que eres una de esas personas que lo dan todo por amor, confiaré en que no me lastimarás- concluyó sonriendo en grande, las lágrimas recorrían silenciosamente por sus mejillas rosadas. Haruto sonrió también

-¿Eso significa que...?

-Sí, me encantaría ser tu novio- respondió. El menor sonrió en grande e inmediatamente juntó sus labios con los del mayor en un suave beso lleno de amor. El mundo a su alrededor desapareció, sólo eran ellos y todo el cariño que tenían para darse. Separaron sus bocas lentamente antes de mirarse a los ojos y sonreír. Haruto sostuvo a Sunwoo desde la cintura y lo levantó en el aire, comenzando a girar entre risas. Las pequeñas y tiernas carcajadas del mayor eran música para el japonés.

-Te amo- dijo el coreano al volver al suelo, mirando a su ahora novio con una sonrisa que lograba iluminar toda la playa.

-Yo más Sunnie- abrazó a su chico, repartiendo besitos por su rostro. El pelinegro más bajo volvió a carcajear por las cosquillas.

Fuera de aquella tierna burbuja había un pequeño chico aún en estado de shock. Sip, Kim Sunoo, no podía creer ni aceptar que su hermano, su preciado hermanito, tenía novio y que se andaba besuqueando con él. Simplemente terrible.
Desvió la mirada, incapaz de ver la escena sin sentirse celoso.

Niki, por su parte, miraba todo con ternura. Nunca había sido un fanático del romance, es más, era algo que no era del todo de su agrado, pero aún así, ver a ambos chicos felices dándose cariño hacía que sonriera. 

El rubio se fijó de pronto en el chico a su lado. Su cara mostraba clara incomodidad y evitaba a toda costa posar la vista en su gemelo. El menor sabía que lo mejor era dejarlos solos y llevarse al pelinegro a otra parte

-Sunoo-lo llamó. El mayor volteó en su dirección- Vámonos, es mejor dejarlos solos- El coreano asintió y comenzaron a caminar. Fue un trayecto silencioso, más porque Sunoo no era capaz de formular alguna palabra y Niki simplemente no sabía bien cómo socializar.

Dancer.- SunKiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora