Los movimientos reflejan emociones, el baile expresa lo que no puedes decir con palabras, el baile es una forma de liberar todo lo que llevas dentro. Sunoo adora ver bailar a Niki, el puede sentir todas las emociones en su baile.
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Luego de que Sunoo llegara, Ni-ki se sentía completamente nervioso. Todos sus pensamientos giraban entorno al pelinegro y al regalo que le había preparado. Ya ni siquiera prestaba total atención al juego, haciendo que Haruto ganara por tercera vez consecutiva. El japonés solo podía pensar en la posible reacción del mayor. De vez en cuando, daba unas miradas para nada disimuladas hacia la escalera. Haruto, quien estaba al tanto del regalo, posó su mano en el hombro de Riki, logrando que este lo mirara
-Calma, todo saldrá bien. De seguro ahora está encantado leyendo tu carta y disfrutando de los dulces- animó con una sonrisa. Aquellas palabras relajaron un poco al tenso cuerpo de Ni-ki.
-Ten eso por seguro- Sunwoo despegó su mirada del celular para unirse a la conversación. -Mi hermano ama los dulces y los pequeños detalles, solo con eso ya lo conquistaste- le guiñó un ojo en forma de broma y Ni-ki sonrió aún más. Si Sunwoo lo decía, estaba más que seguro de que así era.
-Además, es obvio que le va a gustar, es de tu parte. Está clarísimo que le gustas, solo que eres muy tonto como para notarlo- murmuró todo aquello, volviendo a mirar su celular para fingir desinterés. Riki no había prestado atención a los extraños murmullos de Kim, sin embargo, Haruto sabía que su novio tenía información que no le había compartido. Hablaría de eso con él más tarde, ahora lo que importaba era saber como había reaccionado Sunoo ante aquel tierno presente.
Sunwoo y Haruto habían sido una gran ayuda en la elaboración del obsequio. Kim, como buen gemelo mayor, se encargó de seleccionar los dulces que más le gustarían a su hermano. Probando la gran mayoría de ellos para "estar seguro" Por otro lado, Haruto ayudó a preparar el envoltorio. La habilidad del japonés con las manualidades sorprendió a Ni-ki. Trabajando en equipo, no les llevó más de 10 minutos terminar todo, dejarlo en la habitación y volver a sala a jugar. Todo en el lapso de tiempo en el que Sunoo tenía su salida con Jake.
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No le había llevado demasiado tiempo llegar al hogar de su tía. Entró e inmediatamente fue a su habitación. Tenía muchas cosas en mente como para siquiera ser consciente del sarcástico "Hola Jake, ¿Cómo estás? Yo bien, gracias" de parte de la mujer mayor.
