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El camino entero se había preparado psicologicamente y ordenado quince bolsas de paciencia para visitar al yokai que tanto lo estresa.
Tenía dudas e infelizmente el era el único con la capacidad de quitarlas.
—¡¡Siéntate amigo y celebremos este memorable encuentro con un poco de licor!!
Le molestaba su personalidad fanfarrona y ruidosa, sin contar de que es un mujeriego y ebrio. Pero esta vez algo en él se sentía diferente.
Después de alzar sus copas y esvaciarlas, llegó la primera pregunta molesta.
—¿Por qué no viniste entero amigo?, ¿tu brazo no aguantó tu búsqueda por el poder?— habló demasiado divertido, dando carcajadas.
—Los que quieren escaparse de aquí son mis oídos...
—¿Cómo?— usó un tono ofendido, continuando con su broma. —Siempre taan simpático, cualquiera diría que nunca conseguirás esposa.
¿Otra vez con eso?
Las ganas de largarse de ahí eran tremendas, pero conociéndolo no le diría palabras hasta que el mismo lo preguntara.
—Pero volviendo a asuntos serios, ¡gané la apuesta!— depósito la copa sin demasiada delicadeza en la mesa y volvió a llenarla.
Sesshomaru lo miró sin ánimos, todavía se acordaba de aquella estupidez.
Él lo superaba por algunos años, así que era obvio.
—¡Es muuy hermosa!, quise cobrarte la apuesta algunas veces pero nunca estas en el palacio.
En primer lugar nunca había estado de acuerdo con eso, era solo una boberia. Y en segundo, cuando el apostó eran solo ¿adolescentes?, realmente nunca olvida las cosas.
—Sirvientas; llámenla, llámenla— empezó a decir todo animado.
Minutos después entró una mujer toda adornada de manera extravagante, apenas entró llegó dando besos a su marido. Dejando de lo más incómodo al invitado.
—Esta es mi mujer, la inigualable, la hermosa ¡Oyuki!.
Esta vez casi delató su sorpresa, cada vez que lo veía estaba rodeado de otras yokais y siempre con una botella a su lado; realmente es muy inteligente para mantener su imperio sin haber descuidado su fuente de ingreso, vendía kimonos preciosos bordados en oro.
Encontrarlo sobrio a estas horas era algo raro de verse en él, al contrario de Sesshomaru que evitó beber para no descuidar su espalda; Murasakino siempre fue más de los negocios.
Eran polos contrarios.
¿Y que carajos hizo esa mujer para que esté tan cambiado? ¿Amarre?
La miró bien, cualquier cosa que le delatara señal de eso lo tendría en cuenta.
—Este es mi amigo, ¡Sesshomaru!, a primera vista es muy distante; pero en e fondo, bieen en el fondo. Es un yokai amable.
Apretó la copa cuando este lo calificó como amable.
—Es perfecto para ser el padrino del bebé, es muy calmado comparado con tus parientes.
Se vio molesta cuando acusó a sus parientes de perturbar la paz, así que salió del lugar diciendo que lo encontraría más tarde para cenar.
—Ella es expetacular, muy inteligente. Sus amigas me generan más ganancias que gastos.
—Si no contaras las ganancias entonces no serias vos— respondió.
—Exacto.
Después de eso se formó el silencio incómodo tan temido por el anfitrión.
Su invitado no era mucho de hablar, así que quitó su arma secreta: el chisme.
—Escuché que te aventuraste con una miko— se apoyó más en la mesa —¿hasta que punto es verdad?
—Hasta el punto de que no es lo que piensas.— respondió con simplesa.
—Ahh... ¡vamos!, ¿¿acaso no confías en mí??
—¿Quién te lo dijo?
—¿Qué?
—¿Quien te informó de esto? Te informo que es mejor no mentirle a este.
—Tu madre también es mi cliente.
Inicio de flashback
—Umm, me gusta. ¿Cuanto cuesta?— preguntó la demonesa mientras comprobaba con el tacto la calidad de la tela y su bordado.
Había decidido entre tres piezas, una de ellas sería para la niña que acompaña a su hijo, odiaba ver extendido en el patio trasero su kimono gastado que le quedaba por encima de las rodillas.
Mientras estuviera en su palacio debía de llevar prendas dignas.
—Son xxx, pero por ser para usted. Le haré un descuento.
—¿Mi hijo no pasó por aquí?— preguntó con desinterés, observaba todos los detalles de la prenda que tenía en manos.
Solía volver cada quince lunas más o menos, pero siempre se esfumaba antes de que ella tuviera tiempo de tener una conversación digna.
—No lo hizo, ¿volvieron a pelear?
Normalmente no era un entrometido sobre los temas de familia. Pero que estos dos estén en discordia era casi que normal.
Ninguno solía disculparse más tarde, lo que hacían para solucionarlo era justamente; nada. Con el tiempo las cosas volvían a su lugar.
Irazue bajó un poco más la mirada, no se orgullaba de las casi frecuentes peleas que estaba teniendo. Y más con el tema de la miko, sentía que su piel lentamente estaba empezando a arrugarse por el estrés.
—Pues bien, Sesshomaru no quiere casarse. Solo quiere saber de conseguir poder, poder y más poder. Quiere explicaciones de por qué su padre no le dio a tessaiga si era el hijo mayor, y para el colmo está de coqueteo con una miko— dijo la última parte casi como para si misma, pero el comerciante además de tener lengua larga para hablar tenía excelentes oídos, como cualquier yokai.
—¿Coqueteando?, ¿eh?. De seguro esa humana le gusta mucho.
—¿Tú crees?— Irazue abrió más los ojos.
—Siempre fue muy calmado con el tema de mujeres. Nunca antes había dado señales de querer tener pareja.
Se miraron a los ojos por un breve instante, pero enseguida cada uno volvió con sus asuntos.
—Lávale el cerebro. Haz que saque el tema con alcohol y hazlo tragar a fuerza de que no puede andar con una mujer humana; si lo logras, ten por seguro de que tus ingresos van a aumentar— dijo echando un último vistazo a la prenda que tenía en manos.
—Bueno, lo haré— no le disgustaba la idea de que su negocio crezca, pero solo había un problema.
Sesshomaru, nunca. Ni nunca le seguía la corriente, ni ebrio pudo persuadirlo en el pasado; y descubrió que ni ahora podía hacerlo
Fin de flashback
Estaba rechazando todas las veces que le había ofrecido de llenar su copa, así que decidió traer el mismo el tema sobre la mesa.
No lo hacia por la petición de la progenitora de su amigo, se preocupada por él. Si las cosas seguían este rumo el que va a sufrir va a terminar siendo Sesshomaru.
El problema de los espíritus y yokais es que viven demasiado tiempo, nunca olvidan y enamorarse de un humano podía terminar siendo la perdición para uno. Sus corazones nunca olvidan a un amor, en cambio un humano. Viven muy poco tiempo y fácilmente pueden dejar alguien en el pasado.
Naturalmente, el humano morirá primero y el yokai sentirá un vacío en su pecho hasta el fin de su vida.
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Solamente Tú| Sesshome
FanfictionSesshomaru es un yokai extremadamente fuerte y apuesto, cumple todo lo que se propone y nunca se arrepiente de sus decisiones. Pero determinada situación lo llevará a tomar una decisión que va en contra de sus principios, pedir ayuda a una humana; a...