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Con la espalda sobre el suelo y los ojos cerrados por el miedo, Jungkook sentía como aquel lobo olfateaba su cuerpo aún encima de él.

- No me mates, por favor no me mates

Suplicaba aterrado, Jungkook no quería morir en un bosque siendo tragado por un lobo feroz.

Mantuvo sus ojos cerrados hasta que sintió como su cara era lamida.

- ¡No! -trata de empujarlo sin éxito- no me comas -solloza- no estoy bueno

El pequeño lobo solo ladeó su cabeza confundido por su llanto, se quitó de encima olfateando aún a su alrededor verificando que no haya nadie más, Jungkook en vez de correr se quedó mirando sus movimientos; como se movían sus orejas y su nariz se arrugaba al tratar de detectar algún aroma.

De un momento a otro aquel lobo se convirtió en un humano, un niño, uno más alto que él, cabello negro largo que se sujetaba con una pequeña colita al final.

- ¡Ay no puede ser! -grita-

- ¿Qué? -se gira confundido-

- No tienes ropa

Aquel niño alzó las cejas sin comprender, era normal, en Tanbang no había vergüenza por su cuerpo, era algo natural, lo que la Diosa Luna les había regalado al nacer.

- Si tengo ropa, solo que está... -entre una mueca busca con sus ojos- acá

Se dirige bajo un arbusto sacando las prendas para después cambiarse.

- ¿En verdad creíste que te iba a comer?

- ¿Ya tienes ropa?

- Ya... -rueda los ojos-

Jungkook descubre solo un de sus ojos mirando aquel chico ya cambiado, suelta un suspiro relajándose un poco.

- ¿Creíste que te comería? -rie-

- Si -defiende- tu me atacaste

Suelta un risa peculiar que atrae y que logra contagiar a Jungkook inspirando confianza, aunque apenas lo conozca.

- No como humanos que no pueden convertirse, no son mi tipo

Aquella sonrisa se borro del rostro de Jungkook.

- ¿Cómo sabes...? -susurra-

- Mi papá dice que es un don, a veces siento que es un castigo, pero puedo entrar en tu mente, no puedo escuchar lo que piensas pero lo siento

- No soy de aquí

- Lo sé, hueles asqueroso

Miente, pues nunca antes había detectado aroma tan embriagante; lo había detectado a kilómetros.

- ¿Qué haces aquí?

- Vine con mi padre, del imperio...

- ¡Severo!

El niño se acerca y lo abraza entusiasmado, Jungkook solo se queda pasmado sin saber que hacer o decir.

- No te asustes -se separa- no puedo creerlo -camina alrededor con una enorme sonrisa- tu eres...

- Jungkook -completa-

- ¡Ay! -aplaude emocionado dando brinqiuitos- no creí que Azu me respondiera tan rápido, esto es maravilloso

Los murmullos del chico, Jungkook los alcanzaba a escuchar, aunque sin entender nada.

- ¿Qué es maravilloso? -frunce el ceño-

- Que estés aquí, conmigo, a solas

Tenía una sonrisa enorme que achinaba sus ojitos haciéndolo ver tierno.

IMPERIO ||KookV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora