IMPERIO ||KookV||

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Capítulo contiene escenas explicitas +18, ambos personajes tienen consentimiento de sus actos.

Jungkook: 18 años
Taehyung: 19 años

Después de un gran y largo día de festejar entre risas, bailes, sacrificios y rituales a los dioses; la noche nupcial sería el broche de oro con el que se cerraría su gran boda.

- ¿Estás nervioso?

Jungkook lo abraza por detrás enrollando sus manos en su cintura y recargando su mejilla en su hombro, justo donde el aroma de Taehyung era aún más dulce.

- No realmente -suspira al sentir la respiración de Jungkook- nos han criado con buena educación sexual, es nuestra naturaleza, lo que no me gusta es el lugar

Se encontraban en un cuarto que les habían asignado por ser recién casados. Uno que resguardaban Frey y Freya, los dioses de la fertilidad.

- Somos especiales, merecemos un lugar especial

- ¿Y que sugieres?

- ¿Estás de acuerdo conmigo?

Se gira quedando frente a su Alfa, tomando sus rostro entre sus manos.

- Claro que lo estoy, siempre querré lo que tú quieras, si esto no es cómodo para ti, salgamos

Una enorme sonrisa cuadrada llena de regocijo se plantó en el rostro de Taehyung, se sentía tan orgulloso de tener un Alfa como Jungkook.

- Bien -lo suelta- salgamos de aquí

Taehyung tomo unas telas gruesas guardando las en una gran bolsa, junto al martillo que se encontraba sobre la cama y tomo la mano de Jungkook guiándose hacia la salida, con mucho cuidado verifico que nadie los viera y corriendo salieron en dirección al bosque.

- Espera -se detiene-

Jungkook lo mira confundido viendo como quita su capa y después saca sus zapatos dejándolos a un lado, jamás se acostumbraría a lo normalizado que Tanbang tiene al desnudarse, pero Taehyung ahora era su esposo, no tenía nada de malo.

- ¿Te vas a transformar?

- No, solo que odio los zapatos, listo vámonos

Jungkook vuelve a tomar su mano y riendo lo sigue; su Omega era todo un caso.

Al avanzar reconoció aquel lugar, el bosque en el que había conocido a Taehyung, donde había estado asustado y tan tranquilo a la vez, donde por primera vez pudo percibir aquel dulce aroma. El camino era el mismo porque a pesar de ser un niño lo recordaba a la perfección; se dirigían a la colina.

"Merecemos un lugar especial".

Y era justo como recordaba, las brillantes y coloridas luces rodeaban el cielo tocando la punta de la colina, la barda ahora era más chica, no era que estuviese pequeña sino que ellos ahora eran altos. Con gran facilidad ambos la saltaron y antes de entrar al círculo Jungkook se detuvo.

- ¿Qué pasa?

- ¿Crees que siga siendo digno?

- Claro que sí, eres mi esposo y Azu te acepto desde antes -toma su mano- ven...

Lo jala adentrándose entre las luces, la fascinación no había desaparecido, Taehyung pudo ver aquel mismo brillo en los ojos de Jungkook justo como la primera vez, las luces eran hermosas pero lo que los ojos de su Alfa reflejaban era aún mas bello; el universo en sus ojos.

- Uniremos a nuestros lobos en el mismo lugar donde unimos nuestras almas

Taehyung coloco las frazadas en el frío suelo, junto al martillo y después le extendió su mano.