Jungkook no quería llevar a Severo a lo que una vez fue, el Alfa estaba luchando por llevar a su imperio hacia un futuro donde la paz siempre fuera una opción.
Dejó que cada quien pudiera elegir la mejor manera de vivir su vida. No fue fácil, al principio el pueblo estaba reacio a aceptar su mandato, más por su pareja, su Omega recibió rechazo por parte de la mayoría, los malos dichos de lobos que tenían metidos en la cabeza no los dejaban ver mucho más de ser unos salvajes. En diferentes ocasiones Taehyung fue llamado por nombres despectivos hacia su persona. El Omega le pidió de favor que no los reprimiera o los castigará, no podía culparlos por los malos prejuicios que tenían, cuando se habían criado con ellos.
Con el paso de los días y las acciones que Taehyung les mostraba se fueron dando cuenta que despertar a tu lobo no te hacía menos valioso. Al contrario, percibieron que se hacían más fuertes, instintivos, sentimentales, su lobo los hacia amar desde el corazón y proteger a morir.
Jungkook y Taehyung se supieron ganar la confianza de cada uno de los habitantes. Taehyung se encargo de enseñarles como transformarse, de como mantener el control de sus lobos, también que su deseó más primitivo se apoderará de ellos, siempre y cuando solo lo usarán con la persona que Diosa Luna les había otorgado cómo destinado.
Desde su llegada todo había cambiado, hubo momentos preciosos al igual que algunos un poco desagradables; altas y bajas de eso se trataba la vida.
Estar el uno para el otro siempre; apoyándose, en esos días se habían amado, peleado, reconciliado, pues no les gustaba estar disgustados por mucho tiempo. Los dos lo tenían presente y se habían hecho la promesa de nunca volver a separarse desde lo que habían pasado.
Ambos habían luchado por terminar con la horrible guerra, ahora luchaban por qué una nueva no volviera a empezar, mantener las diferencias al margen, viendo por el bien de su Imperio. Para ese momento Severo ya estaba dando resultados y eran muy buenos.
- Llegaron algunas carretas desde Tanbang, está es para ustedes
Jungkook y Taehyung se encontraban contabilizando las caravanas de comercio que entraban y salían de Severo, tenían a gente que les ayudara pero ellos siempre querían participar apoyando en lo que fuera.
- Gracias Soowon
- Con permiso
Taehyung rápidamente se acercó destapando una de las cajas, arrepintiendo sé al instante.
- ¡Ay no!
Tapo su nariz, retrocediendo dejando caer la tapa de la caja logrando hacer un gran estruendo que alarmó a Jungkook.
- ¿Qué pasa? -niega-
Sentía el olor en su garganta que le provocaba unas enormes ganas de vomitar.
- ¿Qué es?
Jungkook se acercó a revisar la caja con sumo cuidado.
- Tae... -rie negando- son fresas y no hay ni una sola podrida
- Huelen asqueroso -reprime una arcada-
- Claro que no -defiende oliendola- están riquísimas -se lleva una a la boca- son tus favoritas
El Alfa intenta acercarse con una de ellas.
- ¡No! -grita- aleja eso de mi, no... No te acerques -advierte- ¡Jungkook, no!
Taehyung salió corriendo a toda prisa de la bodega dejando a Jungkook riendo por sus acciones.
No solo la gente cambio, la tierra también. Los dioses comenzaron a hacer presencia cada que podían. Las nubes grises que antes nublaban el día habían desaparecido, el clima era más cálido, los fríos inviernos habían quedado atrás.
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IMPERIO ||KookV||
Fanfiction- ¿Qué es aquí? - Dónde las almas se unen - Unirse ¿Como un lazo? - Es más que un lazo, aquí las almas se vuelven una misma, no importa si estamos lejos el uno del otro, podemos sobrevivir Y aquella palabra retumbó en su cabeza. - ¿Estamos? ...