Ellos pasaron casi dos semanas en la montaña a solas, nadie se atrevió a visitarlos, sabían lo sobreprotector que estaría Jungkook por su cachorra, si, Taehyung ya había pasado por esa etapa, el Alfa aún no y cualquiera que se atreviera a traspasar su nido podría salir muy perjudicado.
- ¿Enserio tenemos que bajar? -hace un puchero-
- Namjoon va a casarse
- ¿Y...?
- Es mi hermano Jungkook -le da un sape-
- Auch -se queja- ves mi niña, cómo es tu padre conmigo -Ylva solo los mira sin entender su alboroto- tu no vayas a ser así
- Déjala en paz, además se va a casar con Jin, así que no me hagas golpearte de nuevo
- Pero estamos bien aquí
- Jungkook... -regaña-
- Es que no quiero separarme de ti Taehyung -otro puchero- ya fue suficiente
- Estaremos en un festejo -le da un piquito sobre su labio estirado- ahora cámbiate y quítate ese olor de encima
- ¿Cual olor? -el Omega lo mira amenazante- no sé de qué hablas
- Harás que nadie se quiera acercar a nosotros
- Ese es el objetivo
Taehyung lo miro mal y Jungkook se dió por vencido llendo se por fin a cambiar.
¿Qué significaba ser feliz?
El Kompass Rose había sido restaurado, cada desertante iba regresando a su imperio, se podría decir que todo iba tomando forma poco a poco, la noticia de la muerte de Gamiel había aturdido y vuelto felices a los habitantes, el mal que los amenazaba por fin se había extinto.
Namjoon y Jin vistieron ambos de blanco, decidieron no vestirse como en TanBang, entre grandes pieles y coronas de metales, querían algo más personal y único; justo como lo que ellos tenían.
Se encontraban sobre el altar dando sus votos.
- Te amo Jin -suspira mirando su bello rostro- se supone que debo decirte mis promesas de amor, solo que también quiero dejar en claro cuánto lamento por lo que pasamos, quiero pedirte que me perdones por haber esperado tanto tiempo para por fin dejar que el mundo pudiera ver lo bonito que somos, lo puro que es nuestro amor, el sincero amor que mi tonto Alfa siente por ti
Jin se encontraba mirandolo entre lágrimas sintiéndose tan dichoso y afortunado por sus palabras. Estaba con Namjoon en un altar, casándose, aquello solo pasaba entre sueños por su vida pero ahora era real, tan real que quería detener el tiempo para poder repetir una y otra vez su más linda casualidad.
- Prometo que te cuidare, aunque se que tú eres capaz de hacerlo, eres tan fuerte y hermoso -acaricia su rostro- la mezcla perfecta entre admiración y amor que siente mi corazón por ti es desmedida, quiero estar contigo porque te amo, porque me haces sentir seguro de mi mismo, cada vez, antes de las batallas tus palabras me ayudaban a luchar hasta el final y hoy te digo Jin, yo Kim Namjoon, prometo luchar con uñas y dientes hasta mi último respiro para amarte y verte feliz Jin
Todos estaban en silencio escuchando la declaración, sintiendo un poo de envidia por el otro Alfa que sería amado con tal magnitud hasta el fin de sus vidas, incluso más, sabían que aquel amor trascendería hasta la eternidad.
Fue turno de Jin.
- Nam... Todas mis promesas las conoces, mi corazón, cuerpo y alma te pertenecen apenas y me di cuenta de lo que sentía por ti, siempre intente ser fuerte, quería ganarme tu respeto como Alfa, pero ahora frente a todas estas personas quiero que sepas que gracias a ti me convertí en lo que soy, un fuerte Alfa dispuesto a todo por ti, ya no importa porque no luchamos antes, estamos aquí, juntos y no hay nada que perdonar, tuvimos miedo, pero ya no más, nada va a impedir que te ame Kim Namjoon
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IMPERIO ||KookV||
Fanfiction- ¿Qué es aquí? - Dónde las almas se unen - Unirse ¿Como un lazo? - Es más que un lazo, aquí las almas se vuelven una misma, no importa si estamos lejos el uno del otro, podemos sobrevivir Y aquella palabra retumbó en su cabeza. - ¿Estamos? ...