IMPERIO ||KookV||

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- ¿Y Taehyung?

- No ha salido de su recámara

Jin solo negó entre un suspiro mientras que junto a Jimin acomodaban víveres de refuerzo, en caso de ser necesario.

- Me preocupa Jin...

- A mi también Jimin -dice frustrado- ¿Pero qué puedo hacer? Tu eres más cercano a él

- Pero tu eres mayor

- A Taehyung eso no le importa

- Solo inténtalo, por el cachorro

Jin resignado se dirigió a la puerta del dormitorio, tocando despacio para no alterar a su hermano y justo como esperaba no obtuvo respuesta.

- Taehyung, abre

Silencio.

- Tae... Necesitamos hablar

No respondió.

- Sé que me estas escuchando Taehyung, hermano, no te aisles, no le hace bien a tu cachorro...

Taehyung se había mantenido dentro de su recámara, llorando día y noche en su nido, lleno de tristeza, miedo y un poco de terror que su cuerpo estaba sufriendo, pues su vientre se encontraba un poco abultado.

- Taehyung... No creo que quieras perderlo... Otra vez

Incluso esas palabras dolieron al salir de su boca. El Omega les había contado el terrible suceso en una de las noches que los hermanos durmieron juntos.

- Tu tristeza lo hará débil, Taehyung, no tienes a tu Alfa a tu lado y será aún mas difícil si tú tampoco pones de tu parte, él pequeño te necesita bien, al menos a ti y si lo rechazas, él... Él solo se irá

El Omega escuchaba atento detrás de la puerta, llorando en silencio, mordiendo su labio para que sus sollozos no se escucharán.

- Puedo sentirlo Taehyung, tu bebé tiene miedo, miedo de que no lo quieras

Taehyung por instinto llevó su mano al vientre para protegerlo y con la otra tapó su propia boca, ya no aguantaba la situación, le hacía falta Jungkook, su corazón dolía cada que recordaba que no estaba ahí. Ahora se sentía peor, pues Jin le abrió los ojos dándose cuenta que le estaba haciendo daño a lo único que con tanto amor habían creado.

- Por favor, hermano, te suplico que lo intentes por él

Sin más Jin se fue de la casa, miro hacia la ventana de su hermano esperando en verdad que sus duras palabras lo hicieran recapacitar.

Jimin se quedó ahí, se había mudado con Taehyung a la casa en la montaña.

Al principio fue difícil para ambos. Jimin tuvo que adaptarse a tener un Omega en casa, su dulce aroma por estar en cargo lastimaba su olfato por qué aquel no era su cachorro, poco a poco lo iba aceptando por qué Jimin tenía claro que ni loco lo dejaría solo. No importaba que su hermano en ocasiones ni le dirigiera la palabra o siquiera lo volteara a ver.

El nido de Taehyung se había hecho más grande, casi utilizando todo lo que una vez  Jungkook uso. Solo dejaba entrar a Jimin para que lo alimentará, tenía un bebé y por más que el abandono de su Alfa doliera, no se dejaría vencer por la tristeza.

Bueno, en realidad no era del todo verdad, porque aún lloraba, pero ahora incluso se atrevió a salir de la casa y más en las noches, sentándose en el patio, mirando a la luna, cuándo deja salir a su lobo a Jimin se le destroza el corazón al escucharlo; sus aullidos llenos de dolor y tristeza lastimarían a la persona más fría y cruel en el mundo.