Di Mi Nombre

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Un cosquilleo se hizo presente en la parte baja de su estómago, apretó más el cabello rubio entre sus manos y este lo tomó como señal para acelerar sus movimientos.

-Atsu... -sus músculos se tensaron mientras sentía una descarga eléctrica recorrer todo su cuerpo, intentó tirarlo hacia atrás y apartarlo con delicadeza pero el rubio pareció entender todo lo contrario ya que aceleró y chupó con más fuerza -Mierda, no seas asqueroso y quítate -tiró un poco más fuerte de su cabello para alejarlo pero era imposible,gruñó cuando sintió la caliente lengua de Atsumu rodear la punta de su miembro y gimió cuando de pronto fue rodeado por la garganta profunda del rubio.

-Gomi lah fieneg mugh gangue-

Quería morirse de la vergüenza

-no hables con la boca llena-

Dios, esto era tan incómodo y placentero a la vez.

El solo quería un beso y terminó con Atsumu chupandosela en el sofa y con las cortinas abiertas.

Se deja llevar un poco y ya terminan de esta forma.

El quería que la primera vez con Atsumu fuera romántico y algo imposible de olvidar pero el rubio astuto se las ingenió para desconcentrarlo de la verdadera idea.

Su sensual sonrisa de pronto le pareció estúpida y más cuando este tenía parte de su semen en su cara.

-eres un estúpido -Bufó cruzandose de brazos y Atsumu rió aun de rodillas -ni creas que te voy a besar luego de habermela chupado-

Estaba molesto y excitado, ¿que peor que eso?

¡Solo un puto día debía de haber esperado el rubio!, ¡había comprado velas y algunas canciones románticas para ponerlo en la velada y fingir una romántica luna de miel!

Pero no, el desagradable de Atsumu comenzó a besarlo mientras estaba distraído, comenzó a tocarlo y antes de darse cuenta ya lo tenía de rodillas entre sus piernas.

Estiró un poco su mano y tomó el paño para limpiar el rostro del rubio y sentar lo sobre su regazo, no sin antes guardar su miembro de las peligrosas manos del rubio.

-no te rías, no es gracioso... Había preparado una velada para este momento -lo acusó algo molesto y con ganas de besarlo.

No podían culpar lo, seguía teniendo secuelas de su fobia a los germenes y lo que acababa de hacer Atsumu se le hizo lo más asqueroso y genial a la vez solo que no lo diría en voz alta.

-¿te gustó? -lo miró con inocencia y el se vio en la obligación de desviar la mirada.

-tal vez-su orgullo se vería dañado si aceptaba en voz alta que le había vuelto loco, que su corazón se detuvo cuando lo vió entre sus piernas y que aquella imagen de Atsumu mirándole fijamente lo recordaría hasta los últimos días de su vida.

-lo que sigue estoy seguro que te va a gustar mas-tragó saliva cuando lo sintió moverse sobre su pelvis, despertando nuevamente el ardor que antes había calmado.

-Mierda, Atsumu-su respiración cada vez se volvió más lenta y pesada-me estás volviendo loco-

-de... Dejame prepararme-jadeó mordiendo su hombro.

Tenía que agradecer que Atsumu estaba haciendo prácticamente todo el solo, fue como si leyó su mente de inexperto y el miedo que esto traía en el.

El miedo de lastimarlo.

-Omi-gimió tapando con su mano libre los ojos del azabache-no me mires mientras me preparo... Es vergonzoso-

-pff... -se puso a reír, el mismo que hace menos de cinco minutos se la estaba chupando ahora era un tímido inexperto, tomó sus manos y lo miró fijamente a los ojos. Otra vez aquellos gestos que lo hacían incendiarse por dentro y no pensar correctamente las cosas.

¡Sakusa es Yakuza! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora