—Atsumu—habló luego de tantos segundos de silencio —bájate —
—¡No Omi!, ¡No quiero!, la maldita está allí —se escondió más en su cuello provocando que la piel del azabache se erizara —tengo miedo—apretó más sus piernas y sus brazos, reduciendo la distancia de sus cuerpos.
—comprendo... —habló el azabache —pero... Estas sobre mi en una posición bastante bizarra —Oh claro, es que Atsumu estaba en la cocina cuando vio una araña, gritó y llamó la atención de Sakusa quien se levantó a ver que sucedía, a medio llegar a la cocina sintió el cuerpo de Atsumu sobre el, con sus piernas rodeando su cintura y con su rostro enterrado en su cuello—aparte, ¿como quieres que vaya a matar la araña si estas sobre mi? —
Atsumu lo miró directamente al rostro con un puchero en los labios.
—no vayas, te puede suceder algo—
Basta, debería ser ilegal causarle estos problemas al corazón, tenía miedo que por la cercanía Atsumu pudiera sentir lo rápido que latía su corazón.
¿Estará enfermo?
Nota mental, preguntarle a Atsumu el porqué su corazón latía tan rápido a veces.
Segunda nota mental, preguntarle a Atsumu que era esa sensación en su estómago... Deseaba que no fuera los síntomas del cáncer al estómago, su bisabuelo había muerto de ello.
—si no voy la araña traerá a su familia y pondrá huevos —hizo una cara de disgusto y miró al rubio quien estaba azul del miedo.
Quizo reír.
Camino con Atsumu aún en los brazos y se dirigió al sofa para dejarlo sentado allí.
—No, Omi—se aferró más a su cuerpo—no me dejes solo—
—miya, solo serán unos minutos... No tardaré demasiado —
—pero cuantos minutos... Podrían ser trecientos mil minutos —
—tres minutos—confirmó intentando sacarse a Atsumu de encima, no es que quisiera quitarlo, le agradaba el calor que Atsumu transmitía.
¿Sentiría los latidos de su corazón?
—cierra los ojos y cuenta hasta tres minutos, estaré frente a ti cuando los abras —
Atsumu sonrió y nuevamente se perdió el ver a Sakusa sonreírle enternecido.
No perdió el tiempo y fue a buscar a la desgraciada que había espantado al rubio, movió algunos platos, sillas y quedo algo incómodo cuando vio a la araña en el techo, tomó una silla y fue a buscar un vaso y un papel.
—no vuelvas,si regresas te destruire a ti, a tus hijos, a tus nietos, a tus padres, a tus mascotas, a tus abuelos, a tus bisabuelos,¿quedo claro? —
—¿Omi? —la voz de Atsumu lo hizo girarse —¿que haces? —tapó su boca con su puño.
El azabache sintió su rostro arder cuando se agachó para dejar a la araña en el cesped.
—quería que aprendiera su lección —habló mirando como el arácnido iba adentrándose al césped.
Se acercó al rubio y apoyó su mano en el hombro del rubio.
—no te preocupes, no volverá a noser que quiera sufrir las consecuencias —se quedaron en silencio mirándose unos cuantos segundos, acercándose hasta sentir el aliento del contrario encima de sus labios, sus ojos bajaban a los labios del contrario y
—¡Aaaaaaahhhh! —chilló el rubio saltando nuevamente a los brazos del azabache —¡Omi volvió!, ¡esta en zapato!, ¡Ommiiiiii! —
Cualquier persona al ver a un hombre de 1,90 con intimidantes facciones y carácter y actuando de esa manera le hubiese asustado, pero al parecer la araña no, la araña buscaba revancha y no se dejaría vencer tan fácilmente por un monstruo de 1,90 contra una arañita de aproximadamente cinco centímetros.
—te lo advertí desgraciada—habló y tiró a Atsumu al suelo y pisó el pies del rubio justo donde se encontraba la araña.
Omi no satisfecho con eso le hechó la botella completa de insecticida y miró al rubio que comenzó a toser por el tóxico humo que se había formado.
—¿Estas bien? —
—me tiraste al suelo y pisaste mi pie, creo que no podré caminar y explotaste un pulmón mío —lo acusó y como si no fuera suficiente del drama comenzó a cojear, el azabache lo tomó de la muñeca y lo alzó como si fuera un bello durmiente.
—ehm... Nose donde poner mis manos—habló el rubio—¿Puedo abrazarme a ti? —
Kyoomi asintió y el rubio sonrió
—Omi-Omi—lo llamó—eres como mi héroe, no... Eres mi héroe —.Los ojos negros miraban fijamente al de ojos color miel, era extraño porque Sakusa creía que Atsumu lo salvó a él. El silencio los rodeaba y sus miradas eran más sinceras que ellos mismos, ambos esperaban algo del otro pero aún no se daban cuenta.
—siempre te protegeré —.
“Omi, ¿recuerdas cuando prometiste protegerme?, aún recuerdo esas palabras que hicieron latir mi corazón sin parar... Creo que ese día fue cuando me enamoré de ti pero no lo quise aceptar”.
—Omi, ¿y si la araña tenía una familia? —preguntó ya horas después el rubio, ambos miraban el televisor fijamente.
El azabache lo miró unos segundos
—sus hijitas de seguro deben estar preocupadas por ella, ni siquiera tuvo un final bonito... Murió aplastada, nose pudo despedir de sus hijitas, su madre y su padre... Bueno, padre no... Creo que se los comen, el tema es que tal vez ella solo venia por comida y —
Kyoomi se quedó pensando varios minutos, con el ceño levemente fruncido y su mentón apoyado en sus dedos.
Atsumu suspiró de forma enamorada al verlo tan concentrado, sólo que ninguno de los dos se dio cuenta que la comunicación de sus cuerpos los exponían.
—¿le hacemos un funeral? —
—¡Si!,¡estoy seguro podrá descansar en paz! —
—iré a buscar el cuerpo—
Minutos pasaron, Atsumu apareció vestido de negro y con un gesto bastante triste y desganado. Kyoomi por su parte había metido el cuerpo de la araña en una cajita pequeña de fósforos y había hecho una tumba.
—¿Quieres decir algunas palabras? —habló el azabache dejando una flor encima de la cajita, Atsumu hizo un puchero.
—Sofi... Tal vez no fue coincidencia el encontrarte esta mañana en mi cocina, tal vez era el destino que quería reunirnos, me asustaste y Kyoomi te asustó, eres una gran madre, una gran araña y muy valiente y fuerte, descansa en paz y ojala en tu próxima vida vuelvas a reencarnar en una araña... Ojala que vivas en la casa de Osamu y no en la mía pero si vuelves quiero decirte que serás bien recibida y que no serás asesinada de una forma tan cruel—declaró con una mirada triste, sus ojos comenzaron a cristalisarse
—no me arrepiento de nada—declaró el azabache y el rubio lo golpeó levemente—bueno, tal vez no... Nadie me desafía, espero que hayas aprendido a no meterte conmigo... Aun así lamento haberte pisado y haberte tirado un litro de insecticida pese a que ya estaban descuartizada en el suelo... —
—descansa Sofi, fuiste mas que una araña—
—¿Quién es Sofi? —habló el azabache confundido y si, un poco "curioso" de esa tal Sofi.
—la araña—
—oh—suspiró aliviado y dejó una flor sobre la tumba de la araña junto con un pequeño cartelito que decí "descansa en paz, Sofi la araña”.
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¡Sakusa es Yakuza!
Fiksi PenggemarEl hijo de unos importantes Yakuzas a desaparecido, no se sabe su paradero y lo mas probable es que esté siendo torturado ahora mismo. -¡Omi-Omi, veamos barbie! - Si, definitivamente estaba siendo torturado de la peor forma probable. -que sea barbie...