Another Love

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Atsumu bajó la mirada apenas sus ojos se encontraron.

El corazón de Kyoomi se apretó y pronto un nudo se formó en su garganta.

-iré a dormir-declaró pasando por alto el semblante triste del mayor y a la perrita que lentamente dejaba de mover su colita de la emoción.

-Omi-Omi no ignores a nuestra hija-pero lo ignoró y se encerró en la habitación para seguido sentarse en el suelo y esconder su rostro entre las piernas, aquel dia se sentía como un niño perdido y sólo en una eterna noche.

-no llores hija, tu papá solo se encuentra molesto conmigo... Se le pasará -la perrita no hizo nada mas que cerra lentamente sus ojitos con sueño ante las caricias de su amo, Kyoomi por su parte no dejaba de temblar y sentir las lágrimas rodar por sus mejillas como si fueran ácido que quema su piel.

Ya no podía ni siquiera ver a Atsumu sin tener ganas de romper en llanto.

-Omi-Omi ya no estemos enojados-golpeó su puerta -Lamento si te presione, no importa si no lo dices, se que lo haces... Estoy feliz por el simple hecho de estar contigo-Atsumu pegó su boca a la puerta -¿y si hacemos un muñeco?, ven vamos a jugar... Ya no te puedo ver jamás-sonrió levemente por la estupidez de Atsumu.

-no quiero hablar contigo, dejame tranquilo-declaró enterrando sus uñas en su brazo, odiandose así mismo por lo dicho, prosiguió a escuchar un "Oh" y se imaginó de inmediatamente el gesto deprimido de Atsumu.

-comprendo... Bueno, no... -hizo un puchero -te enojaste conmigo de la nada, si... Tal vez yo te presione para decirme te amo pero ya te dije que no importa... Espero esas palabras y se que la atesorare apenas salgan de tus labios, puedo esperar toda una eternidad a que salgan de tus labios-

Sakusa Kyoomi se levanto y abrió la puerta, su cuerpo se congeló al verlo allí... Con sus ojos de cachorrito y abrazando a lola quien se encontraba dormida en sus brazos.

-¿podemos hablar? -declaró con su voz esperanzada.

-debemos hablar-respondió.

-Bien... Antes que nada comienzo yo, lamento si te presione a que me dijeras te amo... No me importa si lo dices o no, se que me quieres mucho-sonrió como un niñito pequeño-lo otro es que... ¿Hice algo mal aparte de eso?, no lo se... Puede ser que -

-eres muy asfixiante-respondió de forma seca -al princio cuando me gustabas era genial pero ahora me está comenzando a sofocar, creo que fuimos muy rápido con todo esto-Atsumu se quedó desconcertado.

Analizando las palabras del azabache para seguido levantar los ojos con el corazóncito roto y un gesto en su rostro de total desesperación.

-¿soy muy sofocante?, puedo cam...-

-quiero volver a mi hogar, Miya-lo interrumpió, no quería que el rubio se culpara.

No quería formar más inseguridades en Atsumu Miya.

-me prometiste que jamás me ibas a dejar -declaró -si ya no te gusto, no me importa... Si ya no quieres ser mi novio, esta bien... ¡NO PUEDES ROMPER TU PROMESA!—al darse cuenta que alzó su voz, se intentó calmar—lo siento, no quería gritar es solo que me lo prometiste,dijiste que no me dejarías solo -bajó a lola de sus brazos cuando comenzó a alzar la voz, no quería despertarla pero ya lo había hecho -¡Eres mi número uno! -declaró comenzando a temblar, sus emociones no las podía controlar pero pese a que no las podía controlar, no pudo llorar.

No podía llorar.

—ya es tarde Atsumu, ya avise para que me vinieran a buscar—

-¡Maldito cerdo egoísta! -le lanzó una almohada cuando el azabache cruzó el pasillo con una maleta -¡No te puedes marchar!, ¡no me puedes dejar solo!, ¡no me dejes solo!, ¡me dijiste que no me ibas a abandonar!, ¡mentiroso!, eres igual que los demás... ¡Vete a la mierda mentiroso hijo de puta!, ¡pudrete!, ¡pudrete!, ¡pudrete!, ¡te odio!, ¡ya no te quiero volver a ver en mi vida!, ¡vete!, ¡vete y pudrete!, ¡te odio!, ¡te odio! -declaró cayendo de rodillas al suelo.

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2022 ⏰

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