¡Sakusa es Yakuza!

Egoísmo

—abrigate—habló poniendo un chaquetón extra sobre los hombros del rubio —no quiero cuidarte si enfermas—el rubio asintió uniendo su mano con la del azabache, una suave sonrisa se dibujó en sus labios seguido de sus mejillas color rosa.

Durante todo el camino se quedaron en silencio, resulta que a Kyoomi se le ocurrió acompañar a Atsumu a su trabajo para enfrentar al tipo que había golpeado a su pareja, Atsumu se negó diciendo que no era un niño pero Kyoomi lo ignoró olímpicamente.

—ese es Omi—lo apuntó —el dijo que mi anillo está feo —

—tienes que votar esa basura, te comprare uno nuevo —

Atsumu lo ignoró y enseguida el azabache fijó su mirada en el rubio que también se encontraba acompañado.

—¿ese? —lo miró de forma despectiva mientras se acercaba lentamente al rubio.

—Omi, no lo mates—lo detuvo—sólo golpealo despacito —

Kyoomi sonrió divertido y besó la frente de su sádico novio.

Pero antes de llegar hasta el, se detuvo completamente al notar otra persona acercándose hacia el rubio con lentes, para su desgracia esa silueta se le hacia jodidamente familiar.

Eso no era bueno.

—¿Omi? —

Aun así decidió ignorar sus presentimientos y llegar al rubio.

—¿te conozco? —los ojos verde oliva se fijaron en el y la sorpresa lo consumió.

—golpeaste a mi novio—el pecoso pronto miró al rubio de lentes con horror.

—Tsukki, ¿porque no me dijiste que habías peleado con un compañero? —

—callate Yamaguchi —habló con un tono desafiante hacia el azabache,las manos de Kyoomi ardían por golpear ese arrogante rostro.

—¡disculpelo porfavor! —el de pelo verde se interpuso —Tsukki puede ser muy conflictivo pero prometo que no se volverá a repetir —

—lastimó a Atsumu, si lo vuelve a hacer —su lengua venenosa sólo quería soltar amenazas pero el pecoso no se lo permitió.

—prometo que no se repetirá—se disculpó nuevamente, inclinando su cabeza y luego mirando con enfado al rubio —Tsukki deja de meterte en líos —lo miró levemente molesto—le diré a tu hermano—

—deja de tratarme como un niño chico, Tadashi... Me importa una mierda lo que le digas a tu noviecito... Mas bien, ¿porque no te metes en tu vida antes que en la mía?, Adiós... Debo ir a trabajar—se adentro al hospital dejando sin palabras en la boca al pecoso.

Kyoomi miró a Atsumu y se acercó para besar su mejillas y sus manos.

—te espero en la casa, que tengas un buen día —

Atsumu asintió y se fue sin dejar de mirarlo, o más bien, se obligó a mirar al frente cuando chocó con un poste de luz.

Hubo un silencio profundo, tanto el pecoso como el se mantenían quietos y sin decir ni una sola palabra.

—hablemos en otro lado—declaró el azabache, cayendo en cuenta de la realidad.

Una realidad a la que el no se quería volver a enfrentar, no porfavor, no le pidan que enfrente todo esto luego de haberse adaptado tan fácilmente a los brazos de Atsumu.

—Bien, joven Sakusa —

Pronto aquel pasado que se vio tan lejano se estaba acercando de forma veloz a él, comiendolo lentamente como si fuese una ola gigante con intensiones de destruirlo todo .