Hogar. [Varchie]

23. Explosivo

Archie

Mi mamá siempre me ha dicho que uno de mis pocos defectos es el ser:

Explosivo.

Pero soy una clase de explosivo diferente a los demás, aunque cabe mencionar que hay muchos tipos de explosivos.

Están los que están de alguna manera programados; algunos por corto tiempo, otros por mucho tiempo.

Y por otro lado, están los que no necesitan de tiempo para explotar, sólo pasa, sin previo aviso.

Bueno, yo soy un explosivo peculiar porque por lo general estoy programado para explotar después de cierto tiempo, pero conforme empieza la cuenta regresiva, el algoritmo se daña, se avería o simplemente no funciona como debería de, y exploto, ya sea antes, o incluso después, o en el peor de los casos, exploto en el interior, sin que nadie lo vea, sin que nadie lo sienta.

Aunque por lo general cuando exploto lo hago de una manera ruidosa, llamativa, en la que todo mundo llega a ser testigo, todos lo sienten y todos lo ven.

—¿Quieres parar ya?— siento como alguien pone su mano sobre mi hombro. Giro mi vista para ver de quien se trata, pero la adrenalina, o no sé qué rayos, hace que se me nuble la vista y no vea nada, o al menos no con claridad.

En esta ocasión ahora siento la otra mano sobre mi otro hombro, y un segundo después, una sacudida, o en realidad varias.

—¡Archie!, ¡reacciona!— y haciendo alusión a la frase "golpe de realidad", siento una fuerte cachetada, lo suficientemente fuerte y real para traerme de vuelta a la realidad.

—¿Qué?, ¿qué pasa?— grito molesto.

—¿Qué que pasa?– mi amigo alza una ceja– debes estar bromeando si en realidad estás intentando preguntarme que rayos está pasando cuando lo sabes muy bien.

—Ya, pero si tú te enterarás que tu novia estaba sola, a muy corta distancia de su ex, me parece que no tendrías la cara para estarme diciendo todo esto– me acerco a él y lo miro fijamente a los ojos– estarías hecho una furia igual que yo de saber que un idiota se cree lo suficientemente poderoso como para querer tener control sobre mi novia y su vida.— Jughead me mira mal, niega con la cabeza y bufa.

—Bueno, te recuerdo que no tengo novia.— habla con fastidio.

—Entonces no hables, no te metas, porque no puedes ponerte en mi lugar, así que nunca me vas a entender.— hablo exasperado.

—Tal vez no, porque lamentablemente no ha todos nos sonríe la vida dejándonos dar una segunda oportunidad con la persona que amamos– siento como se acerca un poco más a mí, hasta que su pecho roza un poco con el mío– pero si de pura casualidad quieres o necesitas un consejo de tu mejor amigo– guarda silencio, mantiene la vista fija en mí, por lo que le sostengo la mirada y espero a que continúe– si mi ex novia, el amor de mi vida, se tratara de Veronica– siento mi mandíbula tensarse y trago saliva– haberla encontrado con su ex, posiblemente me supondría un problema, sin embargo tú mejor que nadie conoces a Veronica Lodge, sabes que puedes confiar ciegamente en ella, así que deja de lado todo este numerito de macho alfa celoso, y bájale a tu humor, porque sino ahora sí que vas a joder todo, y puede que esta vez no tengas remedio.

—¿A qué te refieres?— pregunto con algo de duda y lo miro sin entender a qué se refiere.

—A qué si hace siete años llegaste a creer que la perdías para siempre, que su historia había llegado a su final– vuelvo a tragar saliva al escucharlo hablar de esa forma– bueno, pues aquí estamos, siete años después, tú con Veronica, dándote una nueva oportunidad, los dos están diciéndole a la vida o no sé a quién rayos, que al final, el final que creyeron haber tenido hace siete años, no fue más que una broma del destino, y que ahora están más que juntos, que para ustedes no hay un final, al menos no por ahora, que por más que pasen adversidades, ustedes sólo se enfrentan a miles de puntos y comas, a miles de vueltas de página para el inicio de un nuevo capítulo, pero es todo, porque simplemente ustedes dos están destinados a estar juntos, le guste a quien le guste– de la nada siento como la respiración se me acelera, como mi cuerpo empieza a temblar. Siento como el explosivo que soy, ha sido puesto en pausa, como si hubiera llegado un experto en desarmar bombas, y ha sabido que cables cortar– así que déjate de tonterías y date cuenta que si la vida te ha dado esta oportunidad después de siete años, es por algo, no sólo porque en esta escuela se necesite de drama, si no porque tú y Veronica están destinados, pero parece que eres el único imbécil que no se ha dado cuenta, y por tu bien, lo mejor será que te des cuenta de una buena vez, antes de que sea tarde, antes de que no haya vuelta atrás y sólo sientas como hasta lo que la vida nos tiene destinado, se nos puede escapar de las manos si nosotros sólo nos dedicamos a estirar la cuerda, hasta tal punto que está se termine rompiendo.