•|El oso y La serpiente|• Rusmex

•FRÍO INVIERNO•

En el norte, dónde la temperatura es baja y la nieve y el frío abundan, hay un hombre en medio del bosque, cortaba leña, era alto, albino, ojos violetas y piel tricolor, usaba un gran abrigo y botas para la nieve, tenía dos lindas orejas cafés sobre sus pelos que estaban escuchando a su alrededor.

El acha azotó por tercera vez en el tronco partiendolo en dos trozos, tomó ambos y los echó en un costal juntó a la demás madera, lo tomó y echó sobre sus hombros para poder llevarlos a otro lado.

Entre la fría nieve se iban marcando sus huellas dejando un rastro hacía donde se dirigía, el sol comenzaba a ocultarse y pegaba sobre sus espalda, los pájaros regresaban a sus nidos y los ciervos pasaban en manada llendó a otro lugar para resguardarse del frío invierno que había en esa época.

De pronto, pasos apresurados se escuchaban a lo lejos, iban en su dirección además de unos gritos más lejos de ahí, se puso en alerta para defenderse de cualquier ataque y pudiera salir vivo de ahí, sus orejas se movían en dirección a todos lados buscando de dónde provenía exactamente el ruido, y así como así, dejaron de oírse las pisadas, solo los gritos de personas y ladridos de perros se escuchaban a lo lejos.

Y dentro de los arbustos frente a el salió un híbrido, era algo pequeño, piel verde, blanca y roja en vertical con un escudo de águila, llevaba una playera rota que iba manchada de sangre en un costado mientras intentaba detener el sangrado, estaba descalzo y los pantalones los tenía rasgados, una cola de serpiente de cascabel se asomó por detrás sonando dándole a entender que no lo iba a atacar.

Se relajó un poco pero el chico frenté a el se desplomó, se cuestionó si dejarlo ahí e irse o ayudarlo, pero actuó por instinto cuándo escuchó a personas gritar más cerca de el.

- NO PUDO IR LEJOS! BUSQUENLO!- tomó el cuerpo frente a el cargandolo de forma nupcial y corrió lejos de ahí escondiéndose detrás de un árbol viendo pasar a personas y perros con armas, seguro para matarlo

Esperó un poco y se aseguró de que no hubiera nadie alrededor, salió de su escondite con el cuerpo en brazos, suspiró frustrado, lo cargo como costal de papas y regreso a donde estaba por la leña que cortó hace un rato.

...

Todo a su alrededor se veía negro, escuchaba el sonido de la llama del fuego cerca de el y un dolor en su abdomen del lado derecho y su cuerpo lo sentía todo pesado.

Poco a poco abrió sus ojos y la obscuridad pasó a ser la leve luz del fuego y las paredes de lo que parecía ser una cueva, se removió un poco de su lugar y notó lo duró del piso, además del sonido de hojas crujir por su movimiento, se sobo la cabeza adolorido.

Miró a su lado y notó una gran silueta sentada dándole la espalda mientras comía algo con sus afiliados dientes que se veían, la luz de la fogata le daba en el rostro pero no vió eso por que se espantó, retrocedió un poco hacía atrás y reviso que no tuviera alguna otra herida en su cuerpo y notó que no llevaba camisa además de que tenía algún tipo de crema verde.

La silueta frente a el se levantó y echó más leña al fuego y dejó una varilla con un pescado sobre ella, se dió la vuelta y notó su mirada violeta, una mirada penetrante y seria que parecía brillar, opacando la oscuridad a su alrededor.

Se quedó estático mirándolo fijamente, no quería apartar su vista de ella y al parecer el otro tampoco por que no se movía de su lugar.

Unos segundos después el otro apartó la mirada al parecer avergonzado y carraspeo la garganta.

- veo que ya despertaste - su voz sonó gruesa y áspera, le causó un escalofrío aquella voz, sonó tan varonil que lo dejó atónito y apenado por su voz algo chillona