•VIAJE•

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Parte 1/2

La tarde calló y la oscuridad de la noche se veía en el cielo, los animales se escondían de los depredadores que pudiera aver y dormían placenteramente, el viento soplaba con fuerza y la nieve caía a montones.

México y Rusia se encontraban al rededor del fuego intentando calentarse de la fría ventisca que había en esos momento. Puede que Rusia tuviera pelaje para calentarse, pero hasta el tenía frío, México por otro lado estaba abrigado con todo lo que tenía a su alcance.

- si esto sigue así, voy a morir congelado - dijo entre cortado, sus dientes chocaban entre ellos

Rusia lo miró, realmente parecía que tenía frío, por lo que algo nervioso y repitiéndose una y otra vez en su mente que se arrepentirá por ello, se levanta de su lugar y camina en dirección a México, que no quiere mover ni un solo músculo por el frío.

El eslavo se coloca detrás del menor y lo abraza mientras ambos se acomodan en un mejor posición frente al fuego.

-¿ora' wey? ¿Qué traes?- dijo México temblando menos por sentir lo caliente de la piel del otro.

- tienes frío, ¿no es así?- responde como si nada el ruso mientras abraza de la cintura a México, recargó su cabeza sobre los cabellos de este y cerró los ojos permitiendo sentirse cómodo abrazando otra vez a alguien, sintiendo su calor y dejándo su soledad atrás. Cuanta falta le hacía un abrazo.

- ten cuidado con mi colita - el latino liberó su cola de serpiente de entre ambos he hizo sonar el cascabel,lo que pasaba era que esta estaba siendo aplastada por ambos.

- lo siento - respondió de la misma manera que otra veces y dejo que el silencio inundará el lugar.

El viento soplaba fuerte y el frío parecía ser menos para ambos, por lo que se veía la tormenta estaba pasando y una ligera capa de nieve cubría los árboles al igual que el suelo. México se acurrucó un poco más sobre el pecho de Rusia sintiendo como el sueño lo invadía y creía ser capaz de poder dormir ahí horas sin querer despertar.

- por cierto - la voz del mayor hizo que abriera los ojos he intentará mantenerse despierto para saber que era lo que su contrario quería - mañana tenemos que partir -

Comenta con naturalidad Rusia mientras México abre sus ojos un poco asombrado, mirá arriba y nota la mirada que tiene clavada el eslavo sobre de el.

- y exactamente, ¿A dónde iremos?- preguntó con interés por escuchar la respuesta

- iremos al norte, hace más calor ahí y no sufrirás de frío los dos meses que pasen - México abrió sus ojos como platos y se separó del otro para verlo a la cara

-¿Dos meses?- Rusia asintió con normalidad

- por lo menos no son siete meses - volvieron a la posición de antes y se acurrucaron mejor

-¿Y que se supone que haré? Me voy a aburrir - el menor hizo un leve puchero

- solo mantente convida hasta que despierte -

...

La fría tormenta pasó y un nuevo día llegó, apenas los rayos del sol pegaron en la superficie de la tierra, Rusia ya estaba preparando toda la comida que se llevarían para el viaje en un costal considerablemente grande.

Mientras que México moría de sueño, el quería seguir durmiendo en los brazos calientes de Rusia, durmió mejor ahí que en toda su vida.

- listo, hay que irnos, enano - México suspiro cansado y asintió para comenzar a caminar junto a Rusia.

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