•LARGA AUSENCIA•

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Nota: capitulo largo, por lo que se recomienda escuchar las canciones conforme se lee para una mejor experiencia.

Cada amanecer se ve espectacular desde el lugar adecuado, ver salir de a poco el sol, como sus rayos inundan hasta el lugar más oscuro y lo convierten en un lugar cálido es encantador, ese calor que te da un solo rayito de sol y que hace que todo el frío se vaya es tranquilizante, te reconforta y el frío mañanero se va de a poco.

Conforme los días pasaban, México extrañaba eso, despertarse antes de que saliera el sol y poder contemplarlo, tener ese momento de silencio dónde no pensaba, solamente disfrutaba y veía lo hermoso del amanecer, uno tranquilo y completamente relajado.

Ahora, solamente tenía que despertar y empezar desde temprano sus deberes, ir de aquí a allá, mover, hacer, volver, ir, venir, subir, bajar. El día era agitado, pero al menos ayudaba a mantenerse ocupado, no tenía mucho tiempo libre y era mejor, así evitaba consumirse en sus pensamientos, en sus recuerdos, hundirse en el sentimiento.

"Estoy cayendome a pedazos por tu ausencia..."

Había veces en las que al hacer algo no podía evitar llorar, era como si fuera algo normal y de repente las lágrimas bajaban a cada paso que daba; era llanto silencioso, callado, como si las gotas nunca resbalaran por sus mejillas y fuera lo mas casual del mundo, como si llorar y extrañar no tuvieran relevancia y solamente son emociones vacías.

¡Oh! el eterno vacío que era eso.

Argentina veía eso en su hermano, sabía que no era fácil el cambio, un nuevo estilo de vida, perdió a quién más quería, su libertad le fue arrebata, ah, como quisiera cambiar todo eso. Pero no puede, el no tiene un don especial para mover el tiempo, no puede traer a personas de la muerte, ni siquiera tiene la valentía para hacer algo, y se siente mal.

Meses estando en esa casa, conociendola de pies a cabeza, deseando regresar a casa con sus hermanos y sentirse a salvo, sentir que como el hermano mayor hizo bien y todos están a salvo, pero lamentablemente no es así, a fallado, le falló a sus padres, a sus hermanos y falló como hermano.

Lo único que le confortaba era saber al menos sobre alguno de sus hermanos, tenía cerca a quién podía y sabía sobre el paradero de otros, pero eso de que servía, a todos se les notaba el aura de tristeza.

Perú había estado encerrado todo ese tiempo, a él no lo dejaron libre ni vendieron, todo gracias a USA, él al menos logro hacer que se mantuviera con Argentina mientras convencía a su padre de quedarselo. Era mejor que nada.

"Estoy hundiendome en el ámbito de amarte..."

México se sostuvo el vientre suavemente, pensando en que haría con su bebé, ese pequeñín que empieza a crecer cada día; era lo que más ilusión le hacía, no podía esperar por verlo, era emocionante, incluso pensar en eso le hacía mantenerse fuerte y esa chispa de orgullo y lucha se mantuviera ahí con él.

Rusia se había ido, sí, pero conservaba una pequeña parte de él, y eso era suficiente para que el siguiera adelante y saliera de ahí junto a sus hermanos, no importa como, el mantendría alejado a su bebé de ahí y lo pondría a salvo lo más que pueda.

Se sentó unos segundos y sonrió, una sonrisa débil pero perceptible. Como adoraría estar en cualquier parte menos ahí, pero pensarlo no cambiará nada, le toco eso y debe seguir hasta librarse, pero era momento de ir pensando en algo si quería hacer realidad su deseo.

-¡Oh Mexique!- Canadá llegó animado hasta dónde el estaba - por fin te encuentro, estaba buscándote -

México hizo una mueca confundido -¿Qué? ¿Por qué?-

•|El oso y La serpiente|• RusmexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora