•VALLA DÍA•

936 152 74
                                    

El día llegó y los finos rayos del sol entraron a aquella cueva donde descansaba el ruso y el mexicano dándole directo en la cara al primer mencionado.

Rusia abrió sus ojos con pesadez, se talló la cara cansado y se dió vuelta para volver a acomodarse, pero sus brazos atraparon un pequeño bulto caliente.

Aún estaba adormilado por lo que no le dió mucha importancia y lo abrazó más fuerte, pegando aquél bulto a su cuerpo y sintiéndose más cómodo, pero…¿Qué es lo que era ese bulto? No recuerda a verse quedado dormido junto a el ciervo que cazó juntó con México.

Alto, México, abrió los ojos abruptamente y miró a el menor dormir plácidamente mientras era abrazado por los grandes brazos del ruso, sus ojos estaban cerrados de forma suave y su boquita estaba entre abierta, sus labios rosados e incluso un pequeño lunar que tenía bajo el ojo le pareció tierno.

De inmediato se sonrojo y se quitó de forma cautelosa a modo de que el menor no despertará, se levantó y miró atentamente a México, ¿Cómo alguien de su edad puede ser tan tierno?

Sacudió la cabeza y buscó una de las pocas cobijas que tenía, la tomó entre sus manos y de forma delicada se la colocó al mexicano, sonrió de forma suave por lo cómodo que se veía y tomó su abrigo para colocarselo.

México despertó después de una hora, abrió sus ojos y lo primero que sintió fue un peso sobre de el, con los ojos aún medio cerrados levantó la cabeza y miró una cobija sobre de el, desconcertado se levantó y tomó aquélla manta y la miró como si fuera a darle respuesta a las dudas del universo.

-¿Cómo llegó ésto aquí?- una enorme sombra se paró frente a el y lo cubrió todo

- qué bueno que despiertas enano - habló la gruesa voz de Rusia - vístete, tenemos cosas que hacer -

-¿uh?- hizo un sonido desconcertado -¿Qué vamos a hacer?- preguntó curioso. Se paró y comenzó a caminar detrás del ruso.

- tenemos que recolectar comida - dijo simple

-¿No tenemos ya suficiente?- preguntó una vez que llegó a su lado

- eso no nos alcanzará -

-¿A dónde vamos?-

- ya te dije, necesitamos comida -

- si, pero, ¿por qué?-

- por que sin ella mueres -

México respiró hondo para evitar pegarle al más alto, se relajó y justo cuándo iba a abrir la boca para hablar, Rusia lo abraza por la cintura y lo pega a un árbol mientras el se pone en su campo de visión.

-¿Pero qu-?- no pudo hablar debido a que Rusia le colocó una mano en la boca.

El menor miró desconcertado y algo enojado a Rusia, pero este miraba atentó a un lado de ellos, sus orejas se movían escuchando atentamente y un leve gruñido salió de su boca. A México le alertó ese gruñido e hizo sonar su cascabel y miró en la misma dirección que Rusia.

Ahora ambos se separaron y se miraron complices, pues detrás de unos grandes arbustos y unos cuantos árboles, a la lejanía se escuchaban voces y pisadas.

Rusia tomó el acha en modo de defensa y se fue acercando poco a poco siendo seguido por México, quién uso su visión térmica para saber que había del otro lado.

- son dos…no, tres personas - habló en susurro - tienen armas de fuego además de que llevan consigo a alguien más - Rusia asintió y se giró a verlo un poco aun siguiendo en guardia

•|El oso y La serpiente|• RusmexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora