•HIELO•

892 151 48
                                    

El sol volvió a salir, su luz fue opacada por algunas nubes, más no quitaba que algunos rayos salían de entre ellas.

México se removió incómodo de su lugar, sintió algo grande y caliente a un lado que lo abrazaba, abrió los ojos con pesadez y se talló para poder acostumbrarse a la luz que había, tocó suavemente sus mejillas y sintió el rastro secó de sus lágrimas.

Todo volvió a el y le calló como un valde de agua fría, un nudo se formó en su garganta y hubiera llorado de no ser por algo que se removió a su lado.

Confundido miró a su lado y notó que era Rusia quién lo tenía aprisionado entre sus brazos. Viendo mejor la situacion, estaba sobre de su regazo mientras ambas manos de Rusia abrazaban su cadera, ni siquiera estaban bien acomodados, estaban sentados junto al tenue fuego que sobrevivió a la tormenta de nieve que hubo a noche.

Su rostro se sonrojo de sobremanera e intentó apartarse del otro con el mayor cuidado posible, ahora que lo pensaba, ¿No siempre era Rusia quién despertaba primero? ¿Se habrá cansado anoche?

Miró al rostro contrario, sus labios estaban rotos por el frío, su nariz y mejillas algo rojas y su cabello estaba desordenado, con delicadeza, levantó su mano y tocó uno de los mechones que caían sobre su cara, lo apartó de manera tranquila y le miró atentó a sus ojos, estaban cerrados levemente y se le veía tan tranquilo que por poco y olvida que está sobre de el.

Rusia despertó al sentir movimiento sobre de el y se alarmó creyendo que era algún animal o un cazador, se levantó de manera rápida y buscó alrededor con que defenderse, pero el sonido de alguien quejándose le hizo mirar abajo.

- hay! Hijo de tu…!- se quejó mientras se sobaba su espalda - Rusia!- gritó México estando tirado en el suelo

-¿Qué haces ahí?- preguntó confundido mientras tomaba su mano para ayudar a levantarlo

- oh! Nada, ahí, casual, saludándo a las hormigas - respondió con sarcasmo -¿Tu que crees, pendejo?- dijo enojado

- emm…- hizo una mueca confundido -¿perdón?- dijo de igual manera

México hizo una mueca enojado pero suspiró y se tranquilizó - olvídalo - miró hacía afuera.

El silencio inundó el lugar, Rusia veía a México mientras este veía como afuera caían los copos de nieve y caían sobre la fría nieve.

- ven, hay que irnos - dijo seco y tomó su acha y un pequeño costal color beige, comenzó a caminar hacía afuera pero esta vez México no lo siguió

- Rusia - dijo antes de que saliera de oa cueva

-¿Qué ocurre?- le miró por sobré su hombro y con sus orejas escuchó un pequeño chillido

-…¿Crees que…tu, crees que…q-qué a-aún pueda quedarme contigo?- dijo haciendo pequeñas pausas para evitar soltar en llanto

Rusia se confundió ante la pregunta, se dió mejor la vuelta y notó como el mexicano se tallaba la nariz mientras sorbia los mocos y pequeñas lágrimas salían de sus ojos.

-¿P-por qué la pregunta?- se acercó un poco a el y quedó a escasos centímetros

- p-por que…- pequeñas gotas saladas cayeron al piso - bueno ayer dije cosas que no era mi intención decir…lamento lo que dije, no lo decía enserio… - se cubrió la cara con ambas manos y por fin soltó en llanto, uno leve pero triste, llenó de melancolía y culpa, cargado con mil emociones que era difícil de averiguar, su cola estaba abajo y el cascabel sonó levemente.

Rusia abrió la boca a punto de hablar pero solo el aire salió, levantó su mano con algo de duda y acarició los cabellos del otro.

- se que te sientes mal - empezó a hablar al momento en que atrapaba al otro en un abrazo - pero mirá el lado bueno, tu hermano está en un lugar mejor, ahora no hay nadie que le maltrate y se sentiría mal si te viera a ti triste -

•|El oso y La serpiente|• RusmexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora