•VIAJE•

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Parte 2/2

El día siguiente llegó y aún no había sol, la mañana seguía oscura y aun se veían unas cuantas estrellas.

- nos vemos luego Rusia - se despidió Japón con un abrazo - siento que esta vez no hayamos podido hablar -

Rusia negó con una sonrisa - no te preocupes Japón - volvió a abrazar a la nipona - nos vemos después -

México solo los veía desde una distancia prudente, se sentía levemente incómodo por no poder encajar en la atmósfera tan...cariñosa, de Japón y Rusia, pero aun así sonrió con tristeza.

- adios México - habló Japón - espero que nos volvamos a ver - sonrió con dulzura

- gracias por dejarme quedar Japón - se despidieron con un abrazo

Ambos tricolores tomaron rumbo de regreso y Japón solo los veía irse con algo de pesar, pues ahora veía que sus sentimientos no serían correspondidos y que esos dos hacen bonita pareja.

Cuarto día

Por fin el sol alumbraba todo el bosque y el calor quitaba lo frío de esa mañana, el silencio entre ambos había durado desde que salieron de la casa de Japón y poco a poco les iba incomodando.

Rusia miró de reojo a México, este parecía entretenido en sus pensamientos, ahora no le prestaba atención a su alrededor cómo días antes.

-¿Ocurre algo?- preguntó. Captó la atención del menor, por lo que la colita de este sonó indicando eso y México volteó a verlo

-¿eh?-

-¿Qué si te pasa algo?- México alzó una ceja confundido pero luego negó

- no, ¿por qué lo dices?- Rusia miró al frente y solo levantó los hombros

- no lo se -

El camino siguió igual, ninguno decía nada y esto a Rusia poco a poco le molestaba, pues se acostumbró al habla del otro y el volver a estar en silencio lo ponía...triste.

-¿Cómo conociste a Japón?- preguntó México, Rusia se sorprendió un poco por la pregunta pero aun así no se negó a responder

- la conocí la primera vez que pasé por ahí, me ofreció quedarme en su casa una noche - dijo simple, pero la curiosidad en México despertó.

-¿Eso cuándo fue?-

- hace cuatro años -

La plática siguió pero sobre otros temas, México hacía preguntas y Rusia las respondía, o algunas ya que unas eran un tanto incómodas por el echo de que preguntaba a cerca de su familia y eso le ponía algo nostálgico.

Quinto día

Ahora el frío ya no era tanto y solo hacía viento y una capa leve de hielo cubría los árboles, la temperatura dejaba de estar tan baja se iluminaba más fuerte.

Caminaban lo que parecía ser sin rumbo, pues México se sentía perdido.

-¿Ya llegamos?- caminaba arrastrando los pies, pues estos le dolían.

- no - dijo sin mirarlo

-¿Cuánto tiempo llevamos caminando?-

- cinco días -

•|El oso y La serpiente|• RusmexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora