25
Estaba a una calle de La Cueva cuando recibí la tercera llamada de Rosa. No había contestado las otras dos porque estaba discutiendo con los recién aparecidos amigos de Jordan y Samantha.
—Hola, Ro...
Ni siquiera pude terminar.
—¡¿Ángel?! ¡Ay, por Dios! ¡¿Por qué no me contestabas?!
—Porque estaba con Jordan y Samantha en la feria, Rosa. Te avisé que iría con ellos.
—Sí, pero prometiste contestar mis llamadas y regresarme los mensajes.
Respiré hondo, intentando calmarme. Me recordé que era con otras personas con quienes yo estaba realmente enojado y no con Rosa.
—Sí, sí, Rosa. Lo siento. Te pido disculpas. No quise que te preocuparas ¿Cómo estuvo la fiesta de graduación de Danilo? — pregunté para cambiar de tema.
—Muy bien — respondió entusiasmada —. Danilo está muy contento. Me preguntó por qué no habías venido.
Rosa nos había invitado a la graduación de su hijo con semanas de antelación, pero papá no podía por el viaje y a mí no me agradaban las fiestas ni los eventos sociales masivos en general. Además, Danilo era muy introvertido y no hubo muchos avances en nuestro primer intento de relacionarnos.
—De haber ido, yo habría sido el centro de la fiesta por obvias razones. Y no quería robarle el protagonismo a tu hijo.
La escuché resoplar.
—¿Todavía estás en la calle?
—Estoy llegando a la casa.
—¿Y tus amigos aún están contigo?
Rosa no perdía el tiempo y siempre iba al punto.
—No. Estoy solo y también voy a amanecer solo — enfaticé con ironía —, por si te interesa saberlo.
Rosa permaneció en silencio durante un momento.
—Te oigo enojado, Ángel – inquirió finalmente — ¿Te pasó algo? ¿Alguien te hizo algo?
—No pasa nada, Rosa. Todo está bien — carraspeé —. Tengo que dejarte. Ya voy a entrar a la casa y quiero darme una ducha.
—De acuerdo — su tono no sonaba convincente —. No te llamaré más hoy, pero sabes que si necesitas algo, puedes llamarme a mí y yo contestaré enseguida.
—Lo sé, Rosa, y te lo agradezco mucho. Disfruta la celebración con tu hijo.
—Gracias, Ángel — hizo una pausa breve —. Ya sabes que mañana es mi día libre, pero me preocupa mucho dejarte solo dos días seguidos. Puedo tomar ese día en otro momento...
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El Bello Y Las Bestias
RomanceMi vida es tranquila, solitaria y aislada como la de un ermitaño. Alguien con mi apariencia no puede ir mostrándose por ahí como si nada. Mi nombre es Ángel pero tengo cara de monstruo. La esperanza de tener amigos fue desapareciendo con el pasar...