Fuera de mi habitación ©️ | (+18) #1

En la mira

Capítulo 5

Cero emociones. Así es como me sentía en esos momentos.

Para muchas personas suele ser muy intrigante, alegre y lleno de energías positivas sus primeros días de instituto. Para mi no era tan así, es más, ni siquiera sentía algo de alegría o miedo de salir hasta la ciudad.

Algo que no hacía hace años.

Me encontraba desayunando, mi rostro irradiaba malas vibras. ¿Estaba de mal humor?, no. Solo me encontraba pensativa, muy pensativa. Mi cabeza vagaba por los valles de pensamientos raros y locos mientras que mi cuerpo se movía casi automáticamente para alimentarse.

Tonta...

Cerré mis ojos, di un suspiro y con una sonrisa torcida incliné mi cabeza hacia atrás - Maldito psicópata - susurré y una pequeña risa brotó de mis labios. No lograba sacarlo de mi cabeza, su voz y todo de él me habían atrapado por completo. Me atraía como jamás, en toda mi vida y fantasías en la mente me habían atraído.

Un jodido psicópata.

¿Qué me llamaba la atención de alguién como él?. Todo. Lo único que puedo decir. Despertó en mi un sentimiento de amenaza muy grande, jamás en mi vida lo había sentido. No temía que me matara, tampoco que me hiciera sufrir de una manera horrible y luego se riera de mi; aunque podría ser capáz de hacerlo.

No, no y no.

Lo que me hacía sentir amenazada era su locura, aquella sonrisa tan siniestra y torcida que ponía cada que lograba darme miedo. Ese sentimiento creció en mi cuando sus labios intentaban tocar los míos, él jugaba de esa manera, le gustaba que temiera de él y que también me sintiera atraída y cayera rápido ante él.

Mis ganas de comenzar un juego crecieron, crecieron tanto que comencé a esperarlo. Esperaba a que apareciera dentro de mi casa y yo pudiera disfrutar descifrándolo y observando cada una de sus conductas. Mostrarle que soy tan desquiciada como él, que solo yo puedo serlo en este jodido bosque.

Exacto, me hacía sentir pequeña ante sus habilidades y , me gustaria llamarlas, cualidades.

Siempre eh querido jugar con las personas, estaba obteniendo una gran oportunidad de hacerlo ahora que comenzaba el instituto, Pero él se presentó. Me demostró que tiene una cierta obseción con mi familia y conmigo, que sentía interés del porqué yo salía de mi habitación; algo que no le había explicado y de alguna manera sentía que él me preguntaría de nuevo.

Lo eh descifrado, aunque no por completo, solo eh descubierto lo que él me permitió o no supo como ocultar. Despertó la desquicia en mi, la locura y ese lado enfermo que siempre tuve. Pero esta vez despertó al 60%.

Sonreía como una loca cada que recordaba su voz y su rostro, me enloquecía. Lo deseaba de una extraña manera, como si fuera una golosina ajena, de alguién más, la cual quieres solo para babarla y luego devolverla sabiendo que aquella persona no la volverá a comer.

Jugar con alguien como él sería muy peligroso, eso me quitaba el cierto entusiasmo de hacerlo. Muchos riesgos eran obvios y muy posibles de suceder. Podría estar jugando él y sabiendo que esto ah despertado en mi, podrían comenzar sentimientos inevitables hacia él, o se volvería un juego completamente psicópata y todo terminaría mal.

... o talvés termine asesinada.

- ¿Hija? ¿Te sientes bien? - me reincorporé y con los ojos bien abiertos volteé hacia mi madre, saliendo de todos aquellos pensamientos.

Ella lucía de una manera muy elegante, quería demostrar a todo el instituto que yo era hija de una pareja muy millonaria. Me sorprendía que no me compraba un uniforme lleno de perlas y esas baratijas.