Curiosidad

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Capítulo 1

La lluvia caía, gotas recorrían el frío vidrio de mi ventana. Mis celestes ojos se encontraban perdidos en el bosque que se encontraba detrás de ella, detrás de lo único que me separaba del exterior.

Mi cabello levemente frisado y mi pijama algo desalmado. Una taza de café entre mis manos enviaba calor a mi rostro gracias al vapor que de ella emanaba. Todos mis sentidos en su mayor potencial, amaba utilizarlos para analizarlo todo.

Podía oír a cada una de las gotas chocando contra la ventana y el techo, a mi madre removiendo aquel té con una pequeña cuchara de aluminio, mi hermanita corriendo por los pasillos y escaleras mientras jugaba con su pequeña muñeca y mi padre, aquel hombre tan dedicado.

Notable molestia.

Podía oír sus dedos rozando el borde de aquellos billetes, aquel fino sonido que ellos tanto amaban. Ellos creían tenerlo todo, todo lo compraban.

Habían cosas que jamás conseguirían y su dinero no era nada.

Mis ojos se encontraban fijados en las afueras de mi ventana, aquel frío y oscuro bosque. Las ramas moviéndose lentamente por el viento, algunas se quebraban. Podía oír aquellas ramas que chocaban contra el tejado y las ventanas de las otras habitaciones. Las pocas hojas en aquellos árboles continuaban cayendo.

Caían lentamente en una dirección y pum, el viento las desviaba.

Así veía a todas las personas que soñaban con algún futuro planeado. Todos planeando sus vidas, cayendo confiados en que aterrizarán en aquella dirección; pero la vida llega para cambiarles los planes.

Siempre supe que yo podría ser una de ellas si soñaba en grande, si salía de mi habitación.

¿Porqué salir de mi habitación tenía algo que ver con ello?Pues, la respuesta es algo simple. Si salgo, me encontraría con bellas cosas y talvez, bellas personas.

Personas que me harían soñar y desear cosas para mi bien estar, me ayudarían a planear algún futuro con quién sabe que cosas. Sería una adolescente llena de desilusiones como tantas y tantos. Por ello solo me mantenía allí, encerrada.

Tenía mis sueños frustrados, como cualquiera, Pero los aceptaba, yo me repetía que jamás se lograrían y no me aferraba a algún futuro diferente.

Si lo bueno llegaba y cumplía aquel sueño frustrado, agradecería al destino. Pero si no, no lloraría.

Uno de mis pasa tiempos favoritos era estudiar el comportamiento de las personas, me gustaba descifrarlas, saber que piensa con tan solo mirarlas por unos segundos. Tanto tiempo estudiando a la mente humana y todas las muecas o señales que envía un rostro, me eran suficientes para saber manipular y saber todo de alguien.

Podía enamorar a quien quiera o también saber si se habría enamorado de mi.

Mis padres, como siempre, han pensado que soy una simple adolescente normal que se encierra porque sufre por algún chico o por lo que sea. Pero jamás se les habría pasado por la mente que yo los manipulaba, que ellos creían lo que yo quería que creyeran.

Sabía todo de ellos sin necesidad de preguntar. Sabía cuando papá llegaba cansado o llegaba con algo que ocultar, cuando solo quería atención y cuidado de alguien o quería estar solo. Sabía cuando mamá no quería hablar de nada, cuando se encontraba celosa o enojada con mi padre, cuando se decepcionaba de algo en especial.

Especial: ganancias.

Ellos, como ya lo había mencionado, creían que el dinero lo podía todo. Talvez lo teníamos "todo" , pero a la vez nada.

Fuera de mi habitación ©️ | (+18) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora