Bonitas

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Capítulo 18

Muchos se preguntarán, ¿cómo es posible que tu peor pesadilla, tu mayor enemigo, alguien que te ha hecho tanto daño y ha forjado miedo en ti se vuelva una figura de seguridad? Tampoco podía explicarlo, realmente me sentía segura junto a Dalter, me había soltado de una manera única ante él y fué algo tan terapéutico.

Mi madre había causado tanto dolor en mi, ese dolor que no es fácil de sanar porque es aún más difícil sacarlo de tí en palabras. Jamás tuve la fuerza suficiente para hablar con alguien que no fuera mi mejor amiga, Sofía.

Vaya, ella si que merecía todo lo bueno.

Sabía que ella había comenzado a cargar con traumas similares pero los ocultaba para intentar alegrarme, me prometía el salir adelante.

La vida llega a ser tan injusta, tan dura para ciertas personas que los vuelve salvajes y vengativos, llenos de piedras del pasado listas para ser lanzadas a personas que no las merecían. Así se repite el ciclo de las injusticias, uno por uno, lanzando las mismas piedras hacia diferentes direcciones.

Tarde o temprano, todos recibimos una de esas piedras.

Dalter era la persona más peligrosa para mi, pero sería un privilegio morir en manos de quien me ayudaría a eliminar con el jodido peso que cargaba encima. Hicimos un pacto, él me asesinaría cuando yo ya liberara todo lo que estaba dentro de mi.

Él me tomó de las manos, levanté mi mirada y nuestros ojos se conectaron, mis lágrimas comenzaban a secarse y el miedo cesaba.

— ¿Haremos un trato, Pacalí?

Suspiré.

— Supongo.

Meneó la cabeza repetidas veces — No existen los "supongo" aquí, necesito que estés dispuesta.

Lo dudé por un instante pero finalmente asentí con la cabeza.

Él sonrió de lado — Buena chica.

— Entonces, me matarás cuando yo haya sanado, ¿Es así?

— Exacto.

— ¿Lo prometes?

Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

— Suenas tan desesperada por morir — acarició mi mejilla —, sé que quieres morir.

— Es lo que he deseado desde lo sucedido — una lágrima rodó por mi mejilla y reí amargamente —. ¿es curioso?

— ¿Que quieras sanar antes de morir?

Agaché mi cabeza para que no me viera llorar una vez más. Él la levantó y me regaló una sonrisa.

— Prometo cumplir con ese amargo y doloroso deseo, Pacalí.

Luego de varios segundos manteniendo mi mirada sobre la suya, recordé en que momento nos encontrábamos y el porqué estaba allí. Mis manos comenzaron a temblar y Dalter notó mi inquietud. Intenté levantarme del suelo pero él tomó mi muñeca y me bajó nuevamente.

Lo miré, mis ojos rogaban que me dejara entrar a la casa, necesitaba ver a papá y a Melania.

Él lo dudó por un rato, llegué a pensar que jamás me permitiría entrar pero lo hizo.

Corrí desesperada, el lugar no se iría y ellos tampoco pero necesitaba correr, llegar rápido hasta las dos almas puras que han cuidado de mí y lo han soportado todo por amor. Mi corazón se comenzó a agitar cuando abrí la puerta, supe de que se trataba.

Me detuve en seco.

— ¡Maldita sea!

Exacto, ¿Creíste que no llegaría? ¿De verdad?

Fuera de mi habitación ©️ | (+18) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora