¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sabía que su pareja sería capaz de dar la vida por él sin importar las circunstancias en las que se encontrarán, porque lo amaba más que a nada ni a nadie en este mundo, así como él también lo hacía. Ya se lo había demostrado antes, cuando sin miedo alguno enfrentó a su captor sin llevar absolutamente nada que pudiera ayudarle a defenderse o protegerse, lo único que tenía en aquel momento donde un inhumano ser se coloco frente a él con un arma cargada y con su dedo sobre el gatillo apunto de disparar, era su coraje por rescatarlo de las garras del sufrimiento que le hicieron ver la peor cara del ser humano cuando apenas lo comenzaba a conocer.
Eso le demostró lo mucho que lo amaba y que siempre iba a protegerlo, así como también iba a ayudarle cuando lo necesitará sin pensarlo más de una vez, sin importar la hora, si había una tormenta eléctrica o hacía calor como el infierno, Taehyung siempre estaría ahí para Jungkook. Y era por eso que el hibrido no entendía por qué de pronto su respiración se volvió difícil de controlar una vez que estuvo unos metros lejos de casa, ni tampoco por qué sus piernas no le respondían impidiéndole moverse de la orilla de la banqueta para poder ayudar a encontrar a su hermano y a Yoongi, éste ultimo también se había arriesgado para salvarle la vida una infinidad de veces, y ahora él no podía dar más de un paso fuera de casa porque absolutamente todo mundo le causaba un miedo terrible, así como cuando un cachorro que había pasado toda su vida entre maltratos temblaba de miedo cada vez que alguien se acercaba a el para tocarlo, sin importar que tan buenas fueran sus intenciones. En este caso, Jungkook temía a encontrarse nuevamente con alguien que lo lastime como hace un tiempo alguien más lo hizo.
Cerró los ojos con fuerza unos segundos pensando lo que iba a hacer. Por no seguir las instrucciones de su madre fue que acabo en un horrible lugar complaciendo en contra de su voluntad los enfermizos fetiches de gente adinerada muy dañada, y ahora no estaba seguro de si desobedecer a Taehyung era tan buena idea como se lo había planteado horas antes cuando tomaba un vaso de leche tibia con chocolate junto a un panquesito relleno de mermelada de fresa con un poco de crema. Quizás estaba tomando una pésima decisión, y más porque dejaría solo a Jimin mientras se encuentra dormido y vulnerable, entre más lo pensaba peor era su idea y sentía pequeños calambres en el estomago, no estaba seguro si era por el panquesito o su nerviosismo del momento.
Estando a solo unos pocos centímetros de la calle puedo sentir el momento exacto en que un vehículo que iba a alta velocidad pasó a su lado removiendo sus cabellos y ropa, pero también sintió como alguien lo jalo del brazo segundos antes hasta alejarlo por completo del peligro, y por unos momentos todo su ser se volvió temeroso frente al desconocido que lo sostenía por los brazos con un poco de fuerza.
—Oye, tranquilo, ¿Quieres que llame a una ambulancia o alguno de tus familiares? —le preguntó con preocupación un chico de rostro ligeramente alargado, unos ojos bellísimos con un pequeño lunar decorando la parte inferior de uno de ellos, labios rosados y esponjosos que captaron su atención por unos segundos al igual que su vestimenta. —¿Todo bien?