❝𝐃𝐎𝐆𝐆𝐘❞ ➻ 𝐇𝐎𝐏𝐄𝐆𝐀

Siete

Yoongi se encontraba cerrando todas las puertas y ventanas que se encontraran en su casa, lo que le dijo Jimin lo preocupó tanto que hasta envió a Jimin para ir por Taehyung y traerlo con ellos y así evitar cualquier peligro que pudiese acecharlos.

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—Yoongi tenemos que hablar.

—¿Qué pasa enano? —pregunto Yoongi mientras empujaba al menor provocando que este se sentara en el sofá de enfrente.

—Tengo algo que contarte, es muy importante. Es sobre Hobi y los demás cachorros.

—Bien, habla.

—Taehyung me dio el nombre del chico que se llevo a los cachorros; Namjoon.

—Ok, ¿Y ahora, le diremos a la policía y que lo investigue?

—No es necesario.

Yoongi formó una expresión de confusión ante las palabras del menor.

—Su padre se dedica a el tráfico de animales exóticos.

Los pequeños y rasgados ojos de Yoongi se abrieron abruptamente cuando en su mente sonó un "clik", haciendo que todo encajara. Hoseok era un híbrido, algo raro de ver y seguramente un ser muy costoso. Perfecto para esa clase de personas.

—¿Q-Qué es lo peor que podría pasarles? —se atrevió a preguntar Yoongi mirando fijamente al menor.

—Bueno, son vendidos en subastas o incluso rentados para ser un sirviente sexual.

—Ve por Taehyung, se quedará aquí.

—¿Pasa algo Yoongi?

—Solo has lo que te digo. —ordenó el de piel pálida mientras se levantaba a cerrar una de las ventanas con pestillo.

Jimin no lograba entender la situación pero confiaba en Yoongi y sabía que el mayor hacía todo lo que creía necesario con tal de protegerlo, así que con eso en mente tomó su celular y se fue para traer a su amigo.

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Todo pasaba demasiado rápido, primero descubría que su cachorro no era un perro común y corriente si no que era un híbrido,  y luego, Jimin le cuenta lo que le había dicho Taehyung; Yoongi suspiró frustrado ante tantas cosas nuevas de las que se venía enterando. Unos cálidos brazos rodearon su cintura provocandole un pequeño susto.

—Prefiero verte como un bonito cachorro.

—¿No soy bonito?

Yoongi calló por que sus mejillas se tornaron de un color carmesí.

—¿Y jimin? —pregunto el híbrido alejándose de Yoongi.

—Fue por Taehyung.

—¿Y ese quién es? —pregunto acomodándose el suéter de  Yoongi que se había puesto.

—Uno de nuestros amigos, te rescato esa vez en el bosque.

—Ahh, el tonto que se tiró al charco.

—¿En cerio?

Hoseok asintió con una sonrisa.

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Taehyung y Jimin corrían por toda la carretera intentando evadir lo imposible, la tormenta. Sus piernas dolían por llevar ya casi mas de tres kilómetros corriendo para intentar salvar al cachorro.

Taehyung no aguantaba más, sentía que en cualquier momento sus piernas dejarían de responder adecuadamente así que comenzó a bajar la velocidad poco a poco hasta parar.

—¡Taehyung apresurate!

—Y-Ya no puedo....—dijo mientras lentamente se arrodillaba sobre un gran charco.

—Levantate. —dijo jimin mientras se acercaba a el.

Taehyung se dejo caer por completo en el charco, hundiendo su rostro en el barro ensuciandose no solo la cara si no que toda la ropa y sus manos. 

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Yoongi soltó un suspiro y luego guió su mirada hasta el cachorro/humano que estaba entretenido mirando una hermosa mariposa posada en el cristal de la ventana que dejaba entrar una cálida luz la cual duro poco tiempo ya que al parecer otra tormenta estaba apunto de azotar esa parte de la cuidad. Cuando las gotas comenzaron a chocar contra el cristal el chico alejo su mirada cuando la mariposa se fue y por fin miró al humano que rápidamente alejo la mirada.

—Yoonnie...no me gusta la lluvia... —dijo Hoseok con un claro tono de tristeza marcado en su voz.

—¿Por qué no? Solo es agua.

—Ya lo se pero, me refiero a que me trae recuerdos muy melancólicos.

—Pero ahora estas aquí y ya nada te hará daño.

—¿Lo prometes? —Hoseok abrazó con algo de fuerza el brazo del mayor mientras lo miraba con sus ojitos suplicantes.

—Lo prometo. —respondio Yoongi sin pensarlo dos veces.

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Un pequeño y débil cachorro vagaba con su patita coja por los callejones de una solitaria calle donde solo una débil bombilla alumbraba el sendero mientras que la lluvia mojaba todo su pelaje intentando llevarse todo rastro de tortura y sufrimiento.

"Mami...ya no quiero seguir aquí..."

Un fuerte gruñido se escuchó detrás del cachorro provocando un sin fin de temblores en el pequeño cuerpecito del perrito que comenzó a chillar encogiéndose ante el gran can que tenía enfrente. Un trueno evito que alguien escuchara el chillido de dolor que soltó el animalito cuando sintió los grandes colmillos de aquel gran perro enterrarse violentamente en su piel.

"Perro inútil"
"Le das asco a nuestro clientes"
"Eres horrible"

Las palabras de aquellos humanos se repetían en su mente como si se tratara de un disco rayado mientras que de que pequeña boquita salían jadeos, sus ojitos estaban cristalizados y sin poder evitarlo, las lágrimas mojaron su naricita ensangrentada. Sabia perfectamente que aquél perro no tenía la culpa de su violento comportamiento, la culpa la tenían las personas que lo educaron y le obligaron a actuar así.

—Los odio...¡Los odio! —gritó cuando logro convertirse en su forma humana refiriéndose aquellos que maltratan a los animales, solo por su estúpido complejo de inferioridad.

Intentó arrastrarse hasta llegar a un pequeño techo donde podía cubrirse de la lluvia, sus ojos se cerraron lentamente a causa de que se cuerpo se sentía muy débil. Quería dormir y nunca más volver a despertar pero la culpa de haber dejado a su hermano con aquellos humanos, le pesaba.

—regresare por ti...jungkookie...