Diecisiete

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—¡Por favor no me haga nada! —pidio Jimin a gritos, por la cercanía que tenía con aquel hombre sus sollozos chocaban con el rostro contrario.

—¿Y desperdiciar la oportunidad de estar con una belleza como tú?. Primero muerto.— dijo Taemin casi en un gruñido tomando fuertemente a Jimin por su pequeña y delicada cintura para que no intentara alejarse.

Jimin al sentir como los labios contrarios le pedían a la fuerza seguir el beso lleno de deseo y morbosidad no pensó dos veces la idea de morder con todas sus fuerzas los labios de Taemin, esto provocó que Lee lo estampara con fuerza contra la pared y le regresara la mordida con aun más fuerza haciendo casi gritar a Jimin por el dolor.

—Si eso quieres, eso te dare. —murmuró alejándose de los hinchados y rojizos labios de Jimin, este lo miraba con miedo y en sus ojos se reflejaban las ganas de que lo soltara y le dejase en paz. Pero esto solo motivaba más a Lee. —Te voy a hacer mio, bonito y, te gustara. —susurro suavemente en el oído de Jimin para después morderle.

—Por favor... —volvió a pedir Jimin entre sollozos queriendo salir de ahí lo más pronto posible.

Taemin hizo caso nulo a la suplica de Jimin procediendo a quitarle suavemente la prenda que cubría su parte superior, no iba a ser brusco con él, para Taemin Jimin era una delicada y hermosa flor que merecía tratarse con cuidado. Pero eso no quita el hecho de que Jimin realmente se haya convertido en su más grande fantasía desde que vio aquella fotografía, no podía quitarse de la mente su imagen durante la noche causándole grandes problemas, y hoy por fin cumpliría aquellas fantasías que tanto deseo.

—Tan apretado, cariño. —le gruño con una voz ronca al pobre y lloroso Jimin que hacia su esfuerzo por no desgarras su garganta con fuertes gritos a causa del dolor que estaba sintiendo. —Me encantas.

Jimin sentía arder su piel con cada rose que tenía con las impuras manos de Taemin, sus piernas dolían por la posición en la que encontraba pues ni siquiera estaban en una cama, se tenía que sostener de la pared para no perder el equilibrio por las brutales embestidas que Taemin daba a su interior, sintiéndolo arder y dolor como el infierno. Quería que Yoongi estuviera con el y lo defendiera de aquella violación, dejando de lado el contexto romántico quería sentirse protegido por su hermano mayor; quería sentir sus abrazos y sus palabras reconfortantes...

—Yoongi... —suspiró Jimin llorando aún más que antes, deseando que el nombrado apareciera en algún momento y los librara de aquel infierno en el que se encontraba.

—¿Qué demonios acabas de decir? —preguntó Taemin furioso por escuchar un nombre ajeno que no fuera el suyo durante aquel momento.

Fue ahí cuando Jimin supo que su sentencia de muerte acaba de ser firmada en ese mismo momento, y los fuertes regaños que comenzaba a recibir le hicieron saber que nunca volvería a salir de ahí por más que llorara y rogara por ello.


🍂


Hoseok estaba aterrado.

Esa era la única palabra que encontraba para describir el por que de que su cuerpo temblara y a su mente solo llegaran malos pensamientos, acompañados de una inmensa inseguridad ante el ambiente de peligro que se hacía presente en el lugar en donde se encontraba.

Sus sentidos humanos no le permitían captar adecuadamente los olores y/o sonidos a su alrededor, dejándolo al asecho de cualquier peligro. Su cabeza se encontraba cubierta por un saco, solo podía escuchar los sollozos de alguien más a su lado junto a los de Jin.

—Nos van a matar Hoseok. —susurró Jin con apenas un tono de volumen en su voz pero lo necesario para percibir el terror que reinaba su mente.

—¿Hermano? —una voz un poco mas suave se hizo presente, era Jungkook.

Hoseok no podía tener ni siquiera un poco de alivio por haber escuchado la voz de su hermano, estaba vivo pero quizá no por mucho. Sacudió su cabeza para que aquellos pensamientos se esfumaran y le dejasen pensar con claridad.

—Tranquilo...tenemos que salir de aquí. —susurro Hoseok concentrándose en cada pequeños ruido y olor que le informara de la presencia de los humanos cerca.

—¿C-Como? Es imposible Hoseok, estamos condenados a esto, ellos son así. —susurró Jungkook.

—No, no todos son así. —dijo Hoseok recordando a su pequeño Yoongi, al escuchar unos ruidos muy cerca comenzó a olfatear un olor bastante desagradable, incluso más que la basura orgánica putrefacta. —¿Alguien sabe donde estamos?

No hubo respuesta alguna más que la respiración errática proveniente de los otros dos híbridos, Hoseok en cerio intentaba con todas sus fuerzas no sentir miedo alguno, pero cuando le retiraron el saco de la cabeza y lo primero que encontró fue a un hombre apuntándole con un arma, podría jurar que se le detuvo el corazón por unos segundos.

Pero eso no fue lo peor, lo peor fue cuando sus ojos viajaron del arma hacía sus hermanos echados boca abajo en el suelo en una posición para nada decente.

—¡En la misma posición! —le exigió aquel hombre tomándolo por el brazo.

Hoseok no se rendiría tan fácil, gruñó como muestra de defensa y al ver que aquel hombre no tenía planeado soltarle decidió soltarle una mordida. Muy mala idea.

—Hoseok...no...—susurró Jungkook asustado al ver a su hermano tirado en el suelo dejándole seguro con el labio roto por el fuerte golpe que le dio aquel hombre.

—Levantate y has lo que te ordene. —exigió mucho mas irritado que antes.

Hoseok de nueva cuenta intento oponerse a la orden, sentía un enorme dolor en su mejilla y en su labio, sus ojos picaban por las ganas que tenía de llorar por el golpe. El hombre al ver que definitivamente no iba a ceder, le dio una patada en el estomago haciendo que el aire se le fuera al híbrido.

—¡¡Dejalo por favor!! —suplicó Jungkook al ver como seguía pateando a su hermano sin una solo pizca de remordimiento.

—¡Tú cierra la boca!

El hombre se acerco hasta la indefensa criatura que se atrevió a levantarle la voz, levantó su mano haciéndole entender al híbrido que no solo Hoseok terminaría con la mejilla morada. Jungkook cerro los ojos esperando el golpe, pero nunca llego. Abrió los ojos con lentitud para después descubrir que el golpe nunca llego pues Jackson detuvo al hombre de darle un enorme y fuerte golpe.

—¿Qué demonios te pasa? —preguntó Jackson mirando con molestia al hombre. —Sabes bien que no puedes tocar a ningún híbrido.

—¿Y por qué no?, no sería diferente a lo que les van a hacer. —respondió retandolo con una sonrisa que hizo hervir la sangre de Jackson.

—Por que tengo permitido matarte como a una cucaracha. —refunfuño Jackson tomando al hombre por el cuello y sacando un arma que se encontraba guardada entre su pantalón y su espalda baja.

Hoseok se acerco cautelosamente hasta quedar junto a sus hermanos y abrazarse entre sí intentando protegerse, jungkook no aguantó y se puso a llorar en silencio causando dolor en el corazón de Hoseok y por supuesto que también en el de Jin. Y casi sin poder evitarlo, los tres volvieron a ser unos cachorros temblorosos y asustados por la humanidad, pues no estaban para nada acostumbrados a que mataran a un hombre frente a sus ojos y dejasen el cadáver allí como si solo fuera una bolsa de basura, ahora entendía de donde venía aquel olor tan desagradable.

Jackson tomó a Jungkook por una de sus patas haciendo que chillará pues su peso era mayor y por supuesto que su pata no tenía la suficiente fuerza para sostenerlo por mucho tiempo, a los demás simplemente les obligo a seguirle sin peros, no sin antes amenazarles con una muerte lenta y agonizante si se atrevían a escapar.

Aún que, nunca les dijo que la muerte les esta esperando muy ansiosa a la vuelta de la esquina.

❝𝐃𝐎𝐆𝐆𝐘❞ ➻ 𝐇𝐎𝐏𝐄𝐆𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora