¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jimin había terminado de empacar su maleta horas antes de irse al campus de la universidad, la dejó junto a la puerta de su habitación para luego buscar la ropa que llevaría para presentarse al plantel ese día. Ingresó a la ducha y tras esperar unos momentos a que el agua se regulara a la temperatura que mejor lo hiciera sentir, comenzó a bañarse pensando en qué es lo que haría una vez que termine la universidad, ¿Quizás continuar estudiando, ahora con algo relacionada a la veterinaria? ¿Por qué no biología marina?¿Un postgrado estaría bien o es una perdida de tiempo? ¿Sería mejor que consiguiese un trabajo?
Pero ante tantas preguntas, hubo una que tocó una fibra sensible en su ser: ¿Es esto a lo que vas a dedicarte por el resto de tu vida?
Pegó su frente a las baldosas de la ducha sintiéndose frustrado de repente, ¿Por qué era tan difícil escoger una profesión sabiendo de ante mano que el ingreso a una buena universidad pública es tan complicado? No tenía el dinero para costearse una universidad privada, a penas podía completar el dinero para sus materiales de estudio y pagar el alquiler de los dormitorios, así que debía de escoger con sumo cuidado la carrera con la que estaría comprometido por más de tres años.
—¿Estás listo?
Escuchó la voz de Taehyung en su habitación, parecía estar preocupado.
—Dame cinco minutos. —respondió con una voz serena, que le ayudó a disimular lo asfixiado que se sentía por sus propios pensamientos. —Vamos, Jimin, nuestra familia necesita dinero para salir de aquí. —murmuró para sí mismo golpeando sus mejillas y recordando el motivo por el que decidió aplicar para esa carrera.
Dejó que el agua tibia se llevará sus preocupaciones al igual que lo hacia con el jabón sobre su cuerpo. Limpió los restos que había sobre sus brazos, pero se detuvo a observar minuciosamente el izquierdo por unos momentos, en el había una cicatriz provocada por la quemadura de un cigarrillo ligeramente más arriba su antebrazo y maldijo bajo cuando los recuerdos de aquel día tortuoso llegaron nuevamente a su cabeza doblegando la fuerza que ya había ganado para seguir adelante después de aquel infierno en el que estuvo.
Había creado el habito de no mirar hacía su cuerpo cuando estaba a la ducha o se cambiaba de ropa, no quería recordar con cada cicatriz que quedó impregnada sobre su piel el calvario que tuvo que pasar tratando de sobrevivir mientras Taemin lo mantenía en cautiverio. Sin embargo, aquella cicatriz pareció llamarlo desesperadamente, lo que lo conllevó a mirar el resto de su cuerpo reviviendo cada cicatriz como si estuviese siendo hecha. Antes de que sus lágrimas brotaran, salió de la ducha y tomó una toalla para cubrir su cuerpo lo más rápido posible.
—No llores, Park Jimin. No llores. —se repitió a sí mismo mientras apretaba sus manos alrededor de la toalla a la par que poco a poco sus piernas perdían fuerzas dejándolo de rodillas sobre el frío suelo del baño. —Estas vivo... Estoy vivo...
🐾
Tras humedecer una pequeña toalla blanca, Jackson se quitó la camisa que había sido manchada por su reciente crimen y comenzó a limpiar su cuerpo para evitar tener que darse una ducha y perder el poco tiempo que le quedaba. Conseguir los pasaportes y papeles falsos que Lee solicitó podía llegar a ser bastante complicado para cualquier otro de sus trabajadores, pero para Jackson era solo un pequeño juego donde usaría sus trucos más ruines y horripilantes con tal de conseguir lo que quería, y si debía de asesinar a alguien entonces lo haría sin siquiera pensarlo un poco.