❝𝐃𝐎𝐆𝐆𝐘❞ ➻ 𝐇𝐎𝐏𝐄𝐆𝐀

Veinticinco

La noche era cada vez más tranquila pues, luego de haber logrado la captura de Namjoon y Jackson los policías comenzaron a abandonar las avenidas donde había mucho tráfico, algunos regresaron a sus labores diarios y otros fueron a auxiliar en la pista de aterrizaje clandestina donde se encontraban aún bastantes híbridos y humanos dentro de jaulas.

Kai fue uno de los que se tuvo que retirar y partir a ese lugar dejando que uno de sus colegas llevara a Yoongi hacía él hospital donde se encontraba Jimin y Hoseok. Taehyung iba a ser llevado a casa pero al negarse tuvo que acompañar a Yoongi.

Y ahí estaban, Yoongi miraba detrás del vidrio que protegía la habitación de Hoseok como este descansaba, tenia una gasa en su nariz con un broche sosteniéndola. Su respiración era tranquila al igual que su rostro, por fin estaba a salvo y lejos de todo mal.

—Lo lograste Yoongi. —murmuró Taehyung con una sonrisa en su rostro.

—No del todo Tae, Jin no llegó hasta él final. No se como decirle eso a Hoseok. —respondió él de piel pálida con pequeñas lágrimas en él borde de sus ojos.

—Quieras o no, tarde o temprano se terminara enterando.

Tras escuchar las palabras de Taehyung el mayor sobrepuso su mano sobre el vidrio, para que luego pequeñas lágrimas de remordimiento abandonaron sus obscuros ojos cada ves que recordaba aquel infeliz día en el que tuvo que pasar una noche entera dentro de un hospital para que finalmente le dijeran que SeokJin no soporto tanto sufrimiento físico y mental. Su llanto parecía ir en aumento poco a poco cada vez más, odiaba ser fuerte por momentos y desmoronarse por completo en otros.

Sus ojos tristes afortunadamente hallaron a los de Hoseok, por fin había despertado. Yoongi quiso sonreír aunque aún sus lágrimas humedecieran sus mejillas. Ahí estaba su motor de vida observándolo fijamente y con esperanza de estar juntos toda la vida y amarse como si de eso dependiera el futuro de toda la humanidad.

Hoseok sonrió con alegría desde la camilla observando como Yoongi secaba su llanto y le devolvía la sonrisa mostrando sus rosadas encías, su corazón se derritió y la maquina cardíaca comenzó a revelar el aumento de sus pulsaciones. Era algo que no estaba en sus manos controlar, no podía ser más débil a los encantos de Yoongi, pero si podía amarlo más a cada minuto.

—Ve con el Hyung, yo volveré a la habitación de Jimin.  —dijo Taehyung mientras daba pequeñas palmaditas sobre los hombros de Yoongi.

—Gracias Taehyung, te encargó a mi Minnie. —murmuró mientras limpiaba sus lágrimas y se disponía a entrar a la habitación de Hoseok. —Ire pronto.

Taehyung asintió y posteriormente desapareció entre los pasillos del lugar luego de haberle sonreído por última vez a Yoongi, finalmente su pequeño Jungkook dormiría tranquilo junto a sus hermanos y él estaría feliz de haber cumplido con la promesa que le hizo a su cachorro. Se dirigió a la habitación de Jimin mientras buscaba entre su ropa un pequeño peluche que le daría a la mañana siguiente cuando la enfermera que lo supervisa para poder entrar llegará y le permitiera estar con él.

Por otro lado, Yoongi intentaba contener sus inmensas ganas de correr hacía Hoseok para ocultarse entre sus brazos y llenarlo de aquellos besos que llevaba semanas ansiando poder darle hasta que sus labios dolieran.

—Si que me quieres. —dijo Hoseok con una sonrisa y un leve tono de burla.

—No te quiero, te amo Hoseok y, es por eso que hice todo esto. —respondió Yoongi acercándose a él con la intención de depositar un beso en los pálidos y quebrados labios de Hoseok.