Nueve

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El pequeño cachorro jungkook comenzó a escuchar el hermoso canto de un violín acompañado de otros instrumentos igual de bellos que juntos y en perfecta sincronía creaban una hermosa sinfonía que inundaba el lugar, abría poco a poco sus ojitos intentando que estos se acostumbraran a las tenues luces del candelabro colocado en el gran salón donde se encontraba. Su cabeza dolía e intentó levantarse pero una cadena que se hallaba unida a su collar y a la jaula donde se encontraba le impidió moverse libremente.

"¿Q-Qué es esto? ¿Donde estoy?"

Su vista se fijó en las muy costosas vestimentas que portaban las personas con los rostros cubiertos por bellos antifaces que se ayaban sentadas en las mesas redondas cubiertas por blancos manteles de el lugar. Todo se veía tan lujoso que creyó estar soñando hasta que una voz le hizo ver que todo lo que contemplaba pertenecía a la realidad. Una cruel y horrenda realidad.

—Damas y caballeros, esta hermosa criatura con la que se deleitarán sus ojos, es una de las más raras y exóticas especies de híbridos.

El cachorro soltó un pequeño chillido cuando una chica le pico el costado derecho con una aguja para luego ordenarle que se convirtiera en humano, se alejo un poco de la chica pero sintió otra punzada aun más fuerte y dolorosa en una de sus zonas más sensibles que le obligo por completo a acatar la orden.

Se armó un poco de alboroto en el lugar cuando los que se encontraban ahí pudieron contemplar la gran belleza única de aquella criatura, su piel era tan blanca como la nieve misma y aquel corto y bello vestido negro la hacía resaltar aun más, haciéndola lucir más hermosa y tersa, sus mejillas teñidas de un suave color rosado le daban el toque de inocencia que sin lugar a dudas hizo despertar las fantasías más obscuras de los allí presentes.

—Es el primer híbrido de un can en ser subastado. Les aseguro que ustedes quedaran encantados con el, usenlo como sirviente o pierdanse en un mundo lleno del más puro placer con el hasta delirar; la decisión sera del comprador. Empecemos con doscientos mil dólares.

Jungkook tembló por completó cuando la suma de dinero comenzó a aumentar más y más a cada minuto que pasaba. Sintió nauseas y dolor al recordar aquellos impuros toques que quedaron marcados por siempre en su piel, quería llorar, gritar por piedad o incluso para pedir su muerte. Su hermano Jin ya no estaba, ya lo había perdido todo, su familia, su sonrisa, su dignidad y su inocencia.

—¡Vendido! —gritó el encargado de la subasta.

Una sonrisa ladina fue lo que sus ojos presenciaron cuando se fijaron en el chico que caminaba a pasos lentos e imponentes acercandose poco a poco a el, su traje era impecable y lujoso haciéndole resaltar su alto estatus social, le lanzó un maletín al chico de la subasta y este chilló contento cuando abrió el maletín e intento contar con solo una mirada los billetes que se hallaban dentro.

—Felicidades Joven Lee. —susurró.

Jungkook se volvió de nuevo un pequeño cachorro facilitándole involuntariamente el trabajo a Lee Taemin de llevarlo con el. Cuando estuvo entre sus brazos le dio un gran sentimiento de terror, no sabía que podría pasar más adelante, pero se imaginaba que no sería nada bueno.

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Jimin llevaba ya más de cinco minutos intentando calmar el descontrolado llanto de su cachorro, no sabía por que de pronto se tiró a llorar como si no hubiera un mañana.

—Hobi, pequeño. Escuchame, ¿Si?

El híbrido lo miró por unos segundos con sus ojitos vidriosos y sus mejillas sonrojadas.

—No vas a ir a la calle ni te llenaras de pulgas. —dijó Jimin con una voz dulce para intentar calmarlo.

—¿S-Seguro? —musitó Hoseok mientras se limpiaba con su mano las lágrimas que desbordaron por sus ojos.

—¿Sabes que va a suceder?, terminaras sucio, debajo de un puente y adivina con que...¡CON PULGAS! —le dijo Taehyung en broma pero al parecer a Hoseok no le dio para nada de gracia por volvió a llorar, incluso más que antes.

—¡Taehyung! ¡Yoongi!

—Hoseok, no tendrás pulgas ya calmate. —intervino Yoongi mientras revisaba su celular.

Hoseok definitivamente odiaba pensar en que pequeños animales pudiesen vivir entre su pelaje y que se alimentasen de el. Sacudió su cabeza de un lado a otro intentando eliminar esa imagen de su mente.

—¿Hoseok?, ¿Te llamas Hoseok? —preguntó Taehyung ladeando un poco su cabeza.

—Si...

—Oh, bueno. Soy Taehyung, el Jimin y el Yoongi, mucho gusto. —dijo Taehyung acariciándole el cabello al híbrido.

—Lo se. —respondió Hobi volviéndose de nuevo un cachorro para luego salir corriendo hacía la habitación de Yoongi.

—¡Oye no! —gritó Jimin. —Aún hay cosas que quiero preguntarte...

—Jimin dejalo en paz. —Yoongi dejó su celular a un lado para mirar a Jimin con el ceño fruncido. —Tanto para ti como para el, es demasiado raro y podría decirse que estresante.

—Lo se Hyung, pero debió habérnoslo dicho desde que llego aquí, ¿Por que hasta hora? Y lo peor, ¡Es que tu lo sabias y nunca me lo dijiste! —le reprochó Jimin cruzándose de brazos.

—Esto también es nuevo para mi Jimin y además es reciente. Sabes que no me gusta preocuparte, tienes que terminar tus estudios y no quiero que tengas más presión.

—Si no querías preocuparme me lo hubieras dicho antes Min Yoongi. —siguió discutiendo.

—Chicos... —dijo Taehyung llamando la atención de ambos. —¿Qué vamos a cenar? —preguntó inocentemente con una bonita sonrisa cuadrada.

—No lo se Taehyung, ve y busca tu cena en la cocina que ya estas bastante grande. —dijo Jimin mientras subía a su habitación.

Taehyung se quedo mirando a Yoongi expectante por una respuesta.

—¿Quieres pedir una pizza? —preguntó Yoongi intentando calmarse, no valía la pena seguir discutiendo con el testarudo de Jimin.

—¡Si! —chilló Taehyung dando un brinquito.

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—¿¡Jin!?

—¿J-Jungkook?

Jungkook rápidamente intento cargar el débil y lastimado cuerpo de su hermano mayor y aunque con un poco de trabajo al final lo logro.

—¿C-como e-es que tú?

—¡Por fin la vida nos sonríe jin! —dijó Jungkook con una sonrisa en sus labios que al parecer estaban hinchados y se podía apreciar una pequeña macha morada en uno de ellos.

—¿A que t-te refieres? —preguntó mientras analizaba a detalle la vestimenta de su hermano pero centrando total atención en el collar con pequeñas esferas que no se llegaban a unir pero tras unos minutos de estar viéndolas, noto que su hermano se quejó cuando el collar vibro de repente.

—Lo sabrás muy pronto. —Respondió con otra sonrisa para intentar persuadir a su hermano y que fuese más fácil llevarlo con el.

Jin fijo su mirada en los ojos de su pequeño hermano, se podía reflejar através de ellos el dolor y la tristeza que inundaban su alma pero nunca la honestidad de sus palabras. Detrás del cachorro una alta figura se hizo presente causando el terror de Jin que intento alejarse pero al escuchar las palabras que susurro con tristeza y terror el pequeño Jungkook, no tuvo de otra más que evitar poner resistencia.

❝𝐃𝐎𝐆𝐆𝐘❞ ➻ 𝐇𝐎𝐏𝐄𝐆𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora