Once

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Hoseok se encontraba dando vueltas y no por que se encontrase persiguiendo su rabito si no que, Yoongi y los demás habían ido a sus respectivos labores diarios y aun que no llevaran más de diez minutos fuera sentía que ya había pasado una eternidad. Volvió a rascar la puerta desesperado creyendo que así volverían, pero no, finalmente se dio por vencido y decidió tumbarse frente a la puerta muy triste y aburrido.

El recuerdo de la noche anterior con Yoongi llegó a su mente y eso solo hizo desesperarse más, quería volver a verlo, sentir sus caricias. Tanta fue su desesperación que decidió salir a buscar al humano que le hacia perder la cordura como en estos momentos. Con algo de miedo pero completamente decidido salió con cuidado por una de las ventanas de la cocina que daban al jardín, brinco la valla, y ya estando fuera sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal al escuchar el ruido del tráfico sobre la avenida, tomó un gran respiró y se marchó.

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—Aquí tiene su café. —dijo amablemente el chico de piel pálida mientras le entregaba el pedido a el chico frente a el.

—Gracias. —respondió el cliente entregando el dinero para luego recibir su cambió y salir de la tienda complacido por el servicio.

—Tu primer día y te va muy bien Yoongi. —dijo Taehyung sin abandonar su puesto.

—Más me vale que sea así y espero que no nos hayas mentido. —comentó algo aburrido preparándose para su siguiente orden.

Un chico de lindas facciones algo más alto que Yoongi se acercó hasta la barra algo tímido e incluso se podría decir que con miedo

—Hola, ¿Qué vas a ordenar? —pregunto amigablemente.

—H-Hola, ammm..., quisiera un café frío por favor.

—Enseguida se lo doy, ¿A nombre de quien?

—Jungkook.

—Perfecto Jungkook. —dijo amablemente para luego ir a preparar el café consiguiendo a cambió una diminuta sonrisa por parte del cliente.

Yoongi escribió el nombre de Jungkook en el vaso de plástico transparente antes de servir el café sin percatarse de que cierto pequeño de cuatro años atrapado en el cuerpo de un hombre muy apuesto esperaba ansioso a que terminara para poder quitarle el café y entregarlo en lugar de el. Y así fue, en cuanto coloco la tapa y se dispuso a entregarlo Taehyung se lo arrebató, pero sin provocar que se derramara el café, para luego entregárselo a Jungkook quien lo miraba algo extrañado por su comportamiento.

—Toma. —dijo amable con su gran voz varonil que provocó un escalofrío y de paso un sonrojo en el chico frente a el.

—G-Gracias. —respondió apenado mientras le entregaba el dinero correspondiente al precio de la compra.

—No te preocupes, para ti es gratis. —respondió giñandole el ojo con una coqueta sonrisa.

—¿Terminaste Jungkook? —preguntó otra voz que causo un gran escalofrío en el pequeño Jungkook, el cual inmediatamente entrego el dinero completamente aterrado.

—Gracias. —dijo amigable Taehyung pero recibiendo a cambio una mirada asesina por parte del chico que se llevo a jungkook casi a la fuerza.

Taemin y Jungkook abordaron de nuevo la camioneta negra en donde habían venido, Jungkook le dio un pequeño sorbo al café para intentar olvidarse del regaño que lo esperaba al llegar a casa, Taemin alzó un poco su mano haciendo que el chofer subiera el vidrio que separaba la parte trasera y la delantera del vehículo para así poder hablar con el desobediente cachorro.

❝𝐃𝐎𝐆𝐆𝐘❞ ➻ 𝐇𝐎𝐏𝐄𝐆𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora