Alton Price.
Mi convivencia con Aleck continuó bastante genial, salíamos muy seguido e íbamos a las clases de natación y otros lugares juntos. Por supuesto no faltaban las miradas o críticas de la gente cuchicheando sobre si somos novios o no. Aunque realmente ni yo sabía que éramos.
Ojalá.
Me encontraba en la cafetería con todos mis amigos, Sahib, Celia y Aleck, Sasha desde que está con ese chico que ahora es su novio se junta más con él y a nosotros apenas nos habla para cosas de la escuela.
— ¿Entonces iremos a tu casa o la mía para hacer el ensayo del profesor Willbert? —. Pregunta Aleck sentándose a mi lado.
— No sé, estaría bien ir unos días a mi casa y otros a la tuya —. Agregué dándole un bocado a mi sándwich. Todos a nuestro alrededor malentendieron ese comentario y no faltaba la mirada de perversión de Sahib.
— Perfecto, ya tengo una idea del tipo de ensayo que haremos —. Aleck y toda la facultad estaban enfocados en hacer ese ensayo perfectamente, ya que valía mucho para la calificación final.
Terminamos de comer y cuando estaba en camino a casa no faltaron las preguntas de Sahib.
— Así que... ¿Irás a casa de Aleck, eh? —. Mencionó dándole doble sentido a la pregunta.
— Sí, es lo que normalmente hace la gente para realizar una tarea —. Añadí señalizando la palabra tarea.
— Vamos, sé que que mueres por ir a su casa y hacer muchas más cosas que la tarea —. Señaló burlándose. Inmediatamente frené mi auto de golpe para que se golpeara la cabeza. Lo cual me hizo reír mucho.
Llegué a casa y estaba vacía, como es costumbre. Pero no lucía tan sucia por lo que no sería necesaria limpiarla por hoy, recogí un postre del refrigerador y me subí a mi cuarto, ahí estaba Priew; como siempre recibiendome subiéndose a mi cuerpo y enterrándose en mi cabello, le gusta mucho hacer una especie de nido con él. Amo demasiado a ese pequeño hamster, me recuerda mucho a Aleck y sonrío cada vez que lo veo.
Me apresuré a hacer todas las tareas y empezar con algo del ensayo. Justo estaba haciendo esto cuando recibo un mensaje de Aleck.
"Hola, Alt, ¿te parece si vienes a casa hoy? Creo que deberíamos empezar a hacer algo, te veo aquí a las cinco en punto".
"Por supuesto, iré puntual".
Es increíble lo mucho que puede ponerme de buen humor con tan sólo un mensaje de texto.
Me bañé y me vestí con un pantalón negro y una gruesa chaqueta con capucha; bastante abrigable para salir a la nieve. Me llevé a Priew en mis manos, ahora que lo pienso casi nunca está en su jaula, todo el tiempo está dando vueltas por la casa o jugando conmigo.Iba en mi auto en camino a casa de Aleck, estaba escuchando música a todo volumen y coloqué a Priew en un cubrebocas colgado de mi espejo retrovisor interior. Se veía muy tierno columpiándose.
Ahora que lo pensaba es la prima vez que iba a la casa de Aleck, espero que sus papás sean amigables y me reciban bien, haré lo posible para ser lo más lindo y encantador que pueda; realmente quiero darle una buena impresión a sus papás.
La nieve cubría por completo la ciudad y me ponía el doble de feliz, es la maldita estación más hermosa que puede existir, ojalá así se quedara para siempre, llego a casa de Aleck y me estaciono afuera, iba a tocar la chicharra, pero decidí ir a la puerta y tocar; mostraría mucha más educación. Por supuesto Priew iba en un bolsillo de mi chaqueta, ocultándose del frío.
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Contigo Todo
RomanceEs increíble cómo una sola persona puede cambiar tu vida tan drásticamente.