Different

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Alton Price.

He pasado las últimas semanas en el trabajo, logré tener una buena comunicación con Julieta y Harry, también pude comprender el sistema de la empresa y no se me hace nada difícil, por supuesto que hay días en los que termino muy agotado, llego únicamente a casa a cenar y alimentar a Priew.

La escuela ya está en sus evaluaciones finales, por lo que sólo he tenido exámenes y proyectos, los días que no trabajo me concentro en ello y el tiempo restante lo paso con Aleck, él también tiene poco tiempo debido a su trabajo en el restaurante. igualmente me siento cómodo y a gusto, estar ocupado distrae a mi mente.

Estoy en la oficina, pegado a la computadora, el señor Henry ha sido muy bueno y me hace sentir más confiado aquí, la ocasión que recibí mi primera paga me felicitó y obtuve buenas ganancias, he visitado a papá y se ve a gusto viviendo con su esposa, menos mal.

Únicamente espero que el turno termine, tengo los pies hinchados y un dolor de cabeza tremendo; tantas horas enfrente de la computadora son desgastantes.

Cuando el reloj indicando la hora sonó, cerré el programa y todas mis cosas, listo para dejar a Harry en su casa e irme a la mía, resulta que no vivimos tan lejos y hemos acordado pasar por el otro, dependiendo de quién use su auto.

— Quisiera ser tú, todo el día estuviste en la computadora sin parar —. Comunicó, sentándose en el asiento de atrás.

— No debía distraerme —. Harry es muy extrovertido y hay ocasiones donde está haciendo todo menos trabajar.

Llegamos a su casa y conduje hacia la mía, Aleck aún no salía del trabajo; más tarde lo llamaré.

Priew me recibió en cuanto abrí la puerta, le preparé algo ligero y comimos juntos, ya debió ser hora para que Aleck llegara, como sea, probablemente tuvo que quedarse más horas, molestarlo no es una opción.

Me bañé y me recosté en la cama al lado de Priew, él estaba jugando con mi cabello, el cual ya está un poco largo, debería cortarlo.

— No puedo creer lo que me estás contando —. Sentenció Danna del otro lado de la línea cuando le conté lo que he hecho estos meses —.  Se supone que Alton no puede hacer nada sin su mejor amiga, me siento ofendida.

— No seas dramática —. Suspiré. — Es algo común cuando empiezas tu vida adulta.

— Pues estoy orgullosa, pero no me vayas a olvidar, aún espero tu visita, Price —. Añadió regañándome.

— No lo olvidaré, cuando tenga tiempo libre tú serás la primera a la que visite.

— Eso quería escuchar, te dejo para que descanses, señor adulto.

Reí. — Está bien, luego te marco.

Traté de no dormirme hasta que Aleck viniera, pero realmente no resistí y dormí toda la tarde.

Ya estaba oscuro el cielo cuando desperté, me incorporé al exterior y vi las cosas de Aleck en el buró.

Ya está en casa, bendita sea.

Bajé las escaleras lentamente, ahí estaba, sentado en la sala.

— ¿Estás bien? —. Susurré.

— Sí, ¿por?

— No me has llamado o escrito, me preocupé —. Me senté a su lado para abrazarlo, él no se movía; sólo recibía mis caricias.

Contigo TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora