Capítulo 7

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Capítulo 7. Atracción prohibida

*Prohibida la distribución de este fanfic sin permiso de la autora. Puedes descargar esta historia completa en Patreon.com/chispasrojas

Taehyung quiso devolverle a Jungkook su regalo de alguna forma. Puede que no tuviese mucho donde elegir, lo más valioso en ese momento era su propio tiempo, entre las prácticas universitarias, las clases por las mañanas y los exámenes, tuvo que rebuscar entre sus horas libres en casa desempolvando uno de los lienzos que guardaba.

Limpió su paleta antes de exprimir cuidadosamente el óleo que deseaba estrenar, valoró bien los tonos que utilizaría y las diminutas proporciones para no malgastarlos. Negro azabache, gris perla, naranja mandarina, dorado como el sol. Púrpura y berenjena, azul marino, y rosa dorado. Probó sus pinceles nuevos y pintó un fondo de atardecer caliente, un cielo oscureciéndose por uno de los extremos. Un gran lobo, enorme, de esos que daban miedo, de cabello espeso y negro como el carbón, de ojos brillantes como el oro líquido. No sabía por qué, pero cuando cerraba los ojos podía identificarlo con Jungkook. Ese era el Jungkook que veía tras sus párpados. Con destellos naranjas y dorados en sus iris iluminados, como las llamas de una cálida chimenea en invierno.

Si hubiera tenido que pintar su forma humana no sabría cómo hacerlo, sentía que no conocía bien su rostro, que no había mirado lo suficiente a sus ojos. Usualmente apartaba la mirada, como si le sobrecogiera. No obstante, su lobo o como pensaba que era, se le hacía muy fácil de plasmar en un lienzo. Era como si hubiese mirado toda su vida a una figura onírica, con los ojos a rebosar de una galaxia dorada donde se escondía.

Fue su pintura más rápida, tardó dos tardes en terminarla y una más en añadir pequeños detalles sobre la pintura húmeda que comenzaba a secarse y endurecerse. Lo dejó reposar unos días más en un atril y después lo cubrió con un paño de tela.

En la facultad, Taehyung se sentó durante la hora de descanso con un grupo de sus compañeros; Iris, Doyun y Minjoon.

—¡El festival de invierno! —chirrió su compañera Iris—. Eh, Tae, ¿vendrás?

—Hmhn —llevó sus pupilas al penoso cartel lleno de copos de nieve y dudó seriamente si podría hacerlo.

Tenía el periodo de celo a la vuelta de la esquina, ni siquiera había podido comprobar su calendario, pero puede que le viniese mejor quedarse en casa teniendo en cuenta lo mal que lo pasó la vez que se le adelantó.

—Hemos organizado una buena exhibición de obras, creo que el profesor Jun está contento con todo lo que presentamos.

—Oh, no. Mierda —masculló el omega—. Lo olvidé.

—¿Qué? —dudó Doyun.

Taehyung se frotó la frente con un par de dedos.

—No le entregué mi lienzo a Jun, lo dejé secándose en el salón de artístico.

—Pues ha cerrado el plazo —respondió Doyun.

—¿Qué?

—No aceptaba ningún lienzo de la una —confirmó Iris comprobando su reloj de muñeca—. Quedan cinco minutos.

El ceniza se levantó precipitadamente de la mesa. Tenía quince minutos para atravesar la facultad, llegar al aula de artístico y cruzar de vuelta con el pesado lienzo encima, para dejárselo en su despacho. Moriría en su carrera.

—¡E-en seguida vuelvo!

Taehyung salió a la velocidad de la luz, agarró su lienzo y temió romperlo por el camino, pero por suerte le sobró un minuto cuando llegó al despacho del profesor. Jun le miró arqueando una ceja, aceptó su trabajo a regañadientes y le recordó al joven que le quedaban tres días exactos para la entrega del proyecto de su tutora.

Dusk Till Dawn (Vol. 1) ☪ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora