Capítulo 11

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Capítulo 11. Conciliaciones

*Prohibida la distribución de este fanfic sin permiso de la autora. Puedes descargar esta historia completa en Patreon.com/chispasrojas

Se llevó a Jimin a su dormitorio, tirando de su mano por la escalera para llegar a un espacio donde hablar en privado. Jimin tenía los ojos llenos de lágrimas cuando cerró la puerta, parecía débil, profundamente afectado por algo que Taehyung no comprendía aún.

Jimin se sentó en el borde de la cama, estaba helado, le había llovido y sólo llevaba una sudadera negra. El peligris tomó una toalla, la pasó por encima de su cabeza sacudiendo un poco su cabello y le preguntó si quería que le prestase algo de ropa. Ante su negación, puso el pequeño calefactor de su dormitorio, arrastró una silla frente a él y le preguntó qué había pasado. Jimin no dijo nada al principio. Tae acarició su hombro y después tocó una de sus mejillas para que le mirase.

—¿Es porque sientes algo más por mí? —preguntó cautelosamente.

—¿Está mal sentir que no debería?

—No, no está mal —declaró Tae en voz baja—. Todos sentimos cosas que, en ocasiones, nos hacen desear no sentir nada.

Jimin bajó la cabeza, en silencio, se frotó el rostro con la manga bajo los iris del omega.

—Dime una cosa, ¿es por algo que he hecho? Si es por Jungkook, quiero que sepas que le odio —confirmó con un tono muy extraño—. N-no sé por qué he terminado acercándome a él, es como si no pudiera parar de...

—¿Qué? —Jimin le miró de soslayo, sin comprender nada.

Puede que al sub-alfa no le gustase mucho Jungkook, pero después de todo, ese condenado tipo era el que le había hecho reaccionar para ir a buscar a Tae y que ambos dejasen de sufrir como bobos.

—Todo esto es mi culpa por no haber controlado mi celo, todo lo que ha sucedido ha sido mi culpa —respiró el omega—. Siento haberte confundido y siento estar comportándome como un idiota por no saber cómo decir las cosas. Jimin, yo no quiero hacerte daño, te quiero y eres valioso para mí.

Jimin agarró su muñeca y tiró de él para abrazarle. Sus brazos rodearon sus hombros, respiró profundamente y se sintió temblar por un instante.

—Lo siento —murmuró el rubio.

—¿Por qué?

—Por hacerte daño.

Tae entrecerró los párpados, le estrechó gratamente sin resentimientos.

—Quédate conmigo, ¿vale? Quédate a dormir.

—No, no —negó el sub-alfa, deshaciéndose lentamente de su abrazo—. Tengo que volver a casa.

—Pero tu padre no ha vuelto aún.

—Mejor, necesito tener mi espacio.

El peligris le escudriñó con la mirada cuando se separaron, pellizcó su mejilla cariñosamente para animarle.

—¿Seguro? —Tae hizo un puchero con los labios, se levantó y fue hasta la puerta para abrir una rendija y alzar la voz sin bajar la escalera—. ¡Mamá, Jimin se quedará a cenar!

Jimin sonrió levemente. Se quedó con el chico para la cena, saludó tímidamente a Seung y Lu cuando Tae le arrastró de la mano por el salón, e incluso después de una agradable cena, dio por sentenciado que se quedaría con él esa noche. Más tarde, Tae le obligó a subir a su dormitorio, empujando su espalda. Comenzó a hablarle de ese trabajo parcial que había conseguido en la pequeña panadería del centro.

Dusk Till Dawn (Vol. 1) ☪ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora